Palabra de Dios 12 de Sep. del 2024. SANTÍSIMO NOMBRE DE MARÍA.

Palabra de Dios 12 de Sep. del 2024. SANTÍSIMO NOMBRE DE MARÍA.

Palabra de Dios 12 de Sep. del 2024. SANTÍSIMO NOMBRE DE MARÍA.

Evangelio del dia.

PRIMERA LECTURA.

Primera carta de Pablo a los corintios (8, 1b-7. 11-13)

Queridos hermanos: Ya sé que todos ustedes conocen lo que
está permitido con respecto a la carne inmolada a los ídolos. Pero,
¡cuidado!, porque el puro hecho de conocer, llena de soberbia;
el amor, en cambio, hace el bien. Y si alguno piensa que ese
conocimiento le basta, no tiene idea de lo que es el verdadero
conocimiento. Pero aquel que ama a Dios, es verdaderamente
conocido por Dios.
Ahora bien, con respecto a comer la carne ofrecida a los
ídolos, sabemos que un ídolo no representa nada real y que no
hay más que un solo Dios. Pues, aun cuando se hable de dioses
del cielo y de la tierra, como si hubiera muchos dioses y muchos
señores, sin embargo, para nosotros no hay más que un solo
Dios, el Padre, de quien todo procede y es nuestro destino, y un
solo Señor Jesucristo, por quien existen todas las cosas y por el
cual también nosotros existimos.
Mas no todos saben esto. Pues algunos, acostumbrados a la
idolatría hasta hace poco, siguen comiendo la carne como si
estuviera consagrada a los ídolos, y puesto que su conciencia
está poco formada, pecan. No es, ciertamente, la comida lo que
nos hará agradables a Dios, ni vamos a ser mejores o peores
por comer o no comer. Pero tengan cuidado de que esa libertad
de ustedes no sea ocasión de pecado para los que tienen la
conciencia poco formada. Porque si a ti, que sabes estas cosas,
te ve alguien sentado a la mesa en un templo de los ídolos, ¿no
se creerá autorizado por su conciencia, que está poco formada,
a comer de lo sacrificado a los ídolos?
Entonces, por culpa de tu conocimiento haces que se pierda el
hermano que tiene la conciencia poco formada, por quien murió
Cristo. De esta manera, al pecar ustedes contra sus hermanos,
haciendo daño a su conciencia poco formada, pecan contra
Cristo. Por tanto, si un alimento le es ocasión de pecado a mi
hermano, nunca comeré carne para no darle ocasión de pecado.

Palabra de Dios.

SALMO.

Salmo (138, 1-3. 13-14ab. 23-24)

R. Señor, no dejes que me pierda.

Tú me conoces, Señor, profundamente: tú conoces cuándo
me siento y me levanto, desde lejos sabes mis pensamientos,
tú observas mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son
familiares.
R.

Tú formaste mis entrañas, me tejiste en el seno materno. Te
doy gracias por tan grandes maravillas; soy un prodigio y tus
obras son prodigiosas.
R.

Examíname, Dios mío, para conocer mi corazón, ponme a
prueba para conocer mis sentimientos, y si mi camino se desvía,
no dejes que me pierda.
R.

EVANGELIO.

Evangelio según san Lucas (6, 27-38)

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Amen a sus
enemigos, hagan el bien a los que los aborrecen, bendigan
a quienes los maldicen y oren por quienes los difaman. Al que te
golpee en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite el manto,
déjalo llevarse también la túnica. Al que te pida, dale; y al que
se lleve lo tuyo, no se lo reclames.
Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes;
porque si aman sólo a los que los aman, ¿qué hacen de
extraordinario? También los pecadores aman a quienes los
aman. Si hacen el bien sólo a los que les hacen el bien, ¿qué tiene
de extraordinario? Lo mismo hacen los pecadores. Si prestan
solamente cuando esperan cobrar, ¿qué hacen de extraordinario?
También los pecadores prestan a otros pecadores, con la
intención de cobrárselo después.
Ustedes, en cambio, amen a sus enemigos, hagan el bien y
presten sin esperar recompensa. Así tendrán un gran premio y serán
hijos del Altísimo, porque él es bueno hasta con los malos y los
ingratos. Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.
No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán
condenados; perdonen y serán perdonados; den y se les dará:
recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante
en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con
que midan, serán medidos”.

Palabra del Señor.

SANTÍSIMO NOMBRE DE MARÍA.

El Papa Inocencio XI adopta esta festividad para la Iglesia
de Occidente en 1683, como una acción de gracias por el fin
del sitio de Viena y la derrota de los turcos por las fuerzas de
Juan Sobieski, rey de Polonia. En esta celebración los fieles
encomiendan a Dios, por la intercesión de nuestra Santa Madre,
las necesidades de la Iglesia, y dan gracias por su maternal
protección y sus innumerables beneficios.

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