Palabra de Dios 13 de Julio de 2024. Feria o SAN ENRIQUE, Emperador.
Evangelio del dia.
PRIMERA LECTURA.
Del libro del profeta Isaías (6, 1-8)
El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor, sentado sobre
un trono muy alto y magnífico. La orla de su manto llenaba el
templo. Había dos serafines junto a él, con seis alas cada uno:
con un par se cubrían el rostro; con otro, se cubrían los pies, y
con el otro, volaban. Y se gritaban el uno al otro:
“Santo, santo, santo es el Señor, Dios de los ejércitos; su
gloria llena toda la tierra”.
Temblaban las puertas al clamor de su voz y el templo se
llenaba de humo. Entonces exclamé: “¡Ay de mí!, estoy perdido,
porque soy un hombre de labios impuros, que habito en medio
de un pueblo de labios impuros, porque he visto con mis ojos al
rey y Señor de los ejércitos”.
Después voló hacia mí uno de los serafines. Llevaba en la
mano una brasa, que había tomado del altar con unas tenazas.
Con la brasa me tocó la boca, diciéndome: “Mira: Esto ha
tocado tus labios. Tu iniquidad ha sido quitada y tus pecados
están perdonados”.
Escuché entonces la voz del Señor que decía: “¿A quién
enviaré? ¿Quién irá de parte mía?” Yo le respondí: “Aquí estoy,
Señor, envíame”.
Palabra de Dios.
SALMO.
Salmo (92, 1ab. lc-2. 5)
R. Señor, tú eres nuestro rey.
Tú eres, Señor, el rey de todos los reyes. Estás revestido de
poder y majestad.
R.
Tú mantienes el orbe y no vacila. Eres eterno, y para siempre
está firme tu trono.
R.
Muy dignas de confianza son tus leyes y desde hoy y para
siempre, Señor, la santidad adorna tu templo.
R.
EVANGELIO.
Evangelio según san Mateo (10, 24-33)
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: “El discípulo
no es más que el maestro, ni el criado más que su señor. Le
basta al discípulo ser como su maestro y al criado ser como su
señor. Si al señor de la casa lo han llamado Satanás, ¡qué no
dirán de sus servidores!
No teman a los hombres. No hay nada oculto que no llegue
a descubrirse; no hay nada secreto que no llegue a saberse. Lo
que les digo de noche, repítanlo en pleno día, y lo que les digo
al oído, pregónenlo desde las azoteas.
No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden
matar el alma. Teman, más bien, a quien puede arrojar al lugar
de castigo el alma y el cuerpo.
¿No es verdad que se venden dos pajarillos por una moneda?
Sin embargo, ni uno solo de ellos cae por tierra si no lo permite
el Padre. En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza
están contados. Por lo tanto, no tengan miedo, porque ustedes
valen mucho más que todos los pájaros del mundo.
A quien me reconozca delante de los hombres, yo también
lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos; pero al que
me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré ante mi
Padre, que está en los cielos”.
Palabra del Señor.
SAN ENRIQUE.
Nació en 973, fue coronado como emperador de Occidente en
Roma el año 1014 y murió en 1024. Lo sepultaron en la catedral
de Bamberg, fundada por él. Él y su esposa Cunegunda vivieron
una vida casi monástica. No descuidó sus deberes de emperador
y se empeñó activamente en la reforma de la Iglesia en Alemania
y en Italia.