Palabra de Dios 3 de Mayo de 2024. Fiesta LA SANTA CRUZ.
Evangelio del dia.
PRIMERA LECTURA.
Carta del apóstol san Pablo a los filipenses (2, 6-11)
Cristo Jesús, siendo Dios, no consideró que debía aferrarse a
las prerrogativas de su condición divina, sino que, por el contrario,
se anonadó a sí mismo tomando la condición de siervo, y se hizo
semejante a los hombres.
Así, hecho uno de ellos, se humilló a sí mismo y por obediencia
aceptó incluso la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el
nombre que está sobre todo nombre, para que, al nombre de Jesús,
todos doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y
todos reconozcan públicamente que Jesucristo es el Señor, para
gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios.
SALMO.
Salmo (77, 1-2. 34-35. 36-37. 38)
R. No olvidemos las hazañas del Señor.
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; presten oído a las palabras
de mi boca. Abriré mi boca y les hablaré en parábolas; anunciaré lo
que estaba oculto desde la creación del mundo.
R.
Cuando Dios los hacía morir, lo buscaban y madrugaban para
volverse hacia él. Se acordaban de que Dios era su auxilio; el Dios
altísimo, su redentor.
R.
Lo adulaban con su boca, le mentían con su lengua; su corazón
no era sincero con él ni eran fieles a su alianza.
R.
Pero él sentía lástima de ellos, les perdonaba su culpa y no los
destruía. Muchas veces dominó su ira y apagó el furor de su cólera.
R.
EVANGELIO.
Evangelio según san Juan (3, 13-17)
En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: “Nadie ha subido al
cielo sino el Hijo del hombre, que bajó del cielo y está en el
cielo. Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene
que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en
él tenga vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que
el mundo se salvara por él”.
Palabra del Señor.
Fiesta
LA SANTA CRUZ.
En la Iglesia universal la fiesta de la Santa Cruz se celebra el 14 de
septiembre. Antes de la reforma litúrgica del Vaticano II esta fiesta
se llamaba “La exaltación de la Santa Cruz”. Entonces también
se celebraba otra fiesta, la del “Hallazgo de la Santa Cruz”, el
día 3 de mayo. Dado que en México la celebración de la Santa
Cruz en este día está muy arraigada, sobre todo en el sector de
la construcción, el Episcopado Mexicano pidió autorización a la
Santa Sede para seguirla celebrando el 3 de mayo en vez del 14
de septiembre, con lo cual siempre cae dentro del Tiempo Pascual.