Palabra de Dios 30 de Dic. 2023. SEXTO DÍA DENTRO DE LA OCTAVA DE NAVIDAD.
Evangelio del dia.
PRIMERA LECTURA.
Primera carta de san Juan (2, 12-17)
Les escribo a ustedes, hijitos, porque han sido perdonados sus
pecados en el nombre de Jesús. Les escribo a ustedes, padres,
porque conocen al que existe desde el principio. Les escribo a
ustedes, jóvenes, porque han vencido al demonio. Les he escrito a
ustedes, hijitos, porque conocen al Padre. Les he escrito a ustedes,
padres, porque conocen al “que existe desde el principio. Les he
escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes y la palabra de Dios
permanece en ustedes y han vencido al demonio.
No amen al mundo ni lo que hay en él. Si alguno ama al
mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que
hay en el mundo: las pasiones desordenadas del hombre, las
curiosidades malsanas y la arrogancia del dinero, no vienen
del Padre, sino del mundo. El mundo pasa y sus pasiones
desordenadas también. Pero el que hace la voluntad de Dios
tiene vida eterna.
Palabra de Dios.
SALMO.
Salmo (95, 7-8a, 8b-9, 10)
R. Alaben al Señor, todos los pueblos.
Alaben al Señor, pueblos del orbe, reconozcan su gloria y su
poder y tribútenle honores a su nombre.
R.
Ofrézcanle en sus atrios sacrificios. Caigamos en su templo
de rodillas. Tiemblen ante el Señor los atrevidos.
R.
“Reina el Señor”, digamos a los pueblos. Él afianzó con su
poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia.
R.
EVANGELIO.
Evangelio según san Lucas (2, 36-40)
En aquel tiempo, había una profetisa, Ana, hija de Fanuel,
de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana. De joven,
había vivido siete años casada y tenía ya ochenta y cuatro años
de edad. No se apartaba del templo ni de día ni de noche,
sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. (Cuando José y María
entraban en el templo para la presentación del niño), se acercó
Ana, dando gracias a Dios y hablando del niño a todos los que
aguardaban la liberación de Israel.
Una vez que José y María cumplieron todo lo que prescribía
la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.
El niño iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría
y la gracia de Dios estaba con él.
Palabra del Señor.
PARA MEDITAR:
Si nos preguntamos qué fue de Jesús después de esa visita al
templo de Jerusalén, el evangelio mismo nos responde:
regresaron a Nazaret, donde Jesús creció en tamaño, sabiduría
y gracia, arropado por la cultura de su época y preparando
su misión. Pidamos a Dios que nos siga arropando con su amor.