Palabra de Dios 29 de Ago. de 2023. MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA.
Evangelio del dia.
PRIMERA LECTURA.
Primera carta de Pablo a los tesalonicenses (2, 1-8)
Hermanos: Bien saben que nuestra estancia entre ustedes no fue
inútil, pues a pesar de los sufrimientos e injurias que padecimos en
Filipos y que ya conocen, tuvimos el valor, apoyados en nuestro
Dios, de predicarles su Evangelio en medio de una fuerte oposición.
Es que nuestra predicación no nace del error ni de intereses
mezquinos ni del deseo de engañarlos, sino que predicamos el
Evangelio de acuerdo con el encargo que Dios, considerándonos
aptos, nos ha hecho, y no para agradar a los hombres, sino a Dios,
que es el que conoce nuestros corazones.
Nunca nos hemos presentado, bien lo saben ustedes y Dios es
testigo de ello, con palabras aduladoras ni con disimulada codicia,
ni hemos buscado las alabanzas de ustedes ni las de nadie. Aunque
hubiéramos podido imponerles nuestra autoridad, como apóstoles
de Cristo, sin embargo los tratamos con la misma ternura con la
que una madre estrecha en su regazo a sus pequeños. Tan grande
es nuestro afecto por ustedes, que hubiéramos querido entregarles
no solamente el Evangelio de Dios, sino también nuestra propia
vida, porque han llegado ustedes a sernos sumamente queridos.
Palabra de Dios.
SALMO.
Salmo (l38, 1-3.4-6)
R. Condúceme, Señor, por tu camino.
Tú me conoces, Señor, profundamente: tú conoces cuándo
me siento y me levanto, desde lejos sabes mis pensamientos,
tú observas mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son
familiares.
R.
Apenas la palabra está en mi boca, y ya, Señor, te la sabes
completa. Me envuelves por todas partes y tienes puesta sobre mí
tu mano. Esta es una ciencia misteriosa para mí, tan sublime, que
no la alcanzo.
R.
EVANGELIO.
Evangelio según san Marcos (6, 17-29)
En aquel tiempo, Herodes había mandado apresar a Juan el
Bautista y lo había metido y encadenado en la cárcel. Herodes
se había casado con Herodías, esposa de su hermano Filipo, y Juan
le decía: “No te está permitido tener por mujer a la esposa de tu
hermano”. Por eso Herodes lo mandó encarcelar.
Herodías sentía por ello gran rencor contra Juan y quería
quitarle la vida, pero no sabía cómo, porque Herodes miraba con
respeto a Juan, pues sabía que era un hombre recto y santo, y lo
tenía custodiado. Cuando lo oía hablar, quedaba desconcertado,
pero le gustaba escucharlo.
La ocasión llegó cuando Herodes dio un banquete a su corte,
a sus oficiales y a la gente principal de Galilea, con motivo de su
cumpleaños. La hija de Herodías bailó durante la fiesta y su baile
les gustó mucho a Herodes y a sus invitados. El rey le dijo entonces
a la joven: “Pídeme lo que quieras y yo te lo daré”. Y le juró varias
veces: “Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino”.
Ella fue a preguntarle a su madre: “¿Qué le pido?” Su
madre le contestó: “La cabeza de Juan el Bautista”. Volvió ella
inmediatamente junto al rey y le dijo: “Quiero que me des ahora
mismo, en una charola, la cabeza de Juan el Bautista”.
El rey se puso muy triste, pero debido a su juramento y a los
convidados, no quiso desairar a la joven, y enseguida mandó a un
verdugo que trajera la cabeza de Juan. El verdugo fue, lo decapitó
en la cárcel, trajo la cabeza en una charola, se la entregó a la joven
y ella se la entregó a su madre.
Al enterarse de esto, los discípulos de Juan fueron a recoger el
cadáver y lo sepultaron.
Palabra del Señor.
EL MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA.
El martirio de Juan Bautista, decapitado por Herodes Antipas,
pone de manifiesto la grandeza del alma del precursor y la plenitud
de su respuesta al llamamiento de Dios. Tanto en su muerte como
en su predicación, dio testimonio de la verdad y, conforme a lo que
Jesús dijo de él: “Fue una antorcha que arde y que ilumina”.