Palabra de Dios 16 de Ago. de 2023. Miercoles XIX Tiempo Ordinario.
Evangelio del dia.
PRIMERA LECTURA.
Del libro del Deuteronomio (4, 1-12)
En aquellos días, Moisés subió del valle de Moab al monte Nebo,
a la cima del Pisgá, que mira hacia Jericó. Desde ahí le mostró el
Señor todo el país: la región de Galaad hasta Dan; el territorio de
Neftalí, de Efraín y de Manasés; todo el territorio de Judá hasta el
mar Mediterráneo; las tierras del sur; el amplio valle que circunda
a Jericó, la ciudad de las palmeras, hasta Soar, y le dijo: “Esta es
la tierra que les prometí a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciéndoles
que se la daría a sus descendientes. A ti te la he dejado ver con tus
propios ojos, pero tú no entrarás en ella”.
Y Moisés, siervo del Señor, murió ahí, en Moab, como había
dicho el Señor. Lo enterraron en el valle de Moab, frente a Bet
Fegor, pero hasta el día de hoy nadie ha conocido el lugar de su
tumba. Moisés murió a la edad de ciento veinte años y no había
perdido la vista ni las fuerzas. Los israelitas estuvieron llorando a
Moisés en el valle de Moab treinta días, tiempo señalado para el
duelo de Moisés.
Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque
Moisés le había impuesto las manos. Los israelitas lo obedecieron,
como el Señor se lo había ordenado a Moisés.
No ha vuelto a surgir en Israel ningún profeta como Moisés, con
quien el Señor trataba cara a cara; ni semejante a él en las señales
y prodigios que el Señor le mandó realizar en Egipto, contra el
faraón, su corte y su país; ni por su poder y los grandes portentos
que hizo en presencia de todo el pueblo de Israel.
Palabra de Dios.
SALMO.
Salmo (65, l-3a. 5 y 16-17)
R. Bendito sea el Señor.
Que aclame al Señor toda la tierra. Celebremos su gloria y su
poder, cantemos un himno de alabanza, digamos al Señor: “¡Tu
obra es admirable!”.
R.
Admiremos las obras del Señor, los prodigios que ha hecho por
los hombres. Naciones, bendigan a nuestro Dios, hagan resonar sus
alabanzas.
R.
Cuantos temen a Dios, vengan y escuchen, y les diré lo que
ha hecho por mí. A él dirigí mis oraciones y mi lengua le cantó
alabanzas.
R.
EVANGELIO.
Evangelio según san Mateo (18, 15-20)
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Si tu hermano
comete un pecado, ve y amonéstalo a solas. Si te escucha,
habrás salvado a tu hermano. Si no te hace caso, hazte acompañar
de una o dos personas, para que todo lo que se diga conste por boca
de dos o tres testigos. Pero si ni así te hace caso, díselo a la
comunidad; y si ni a la comunidad le hace caso, apártate de él
como de un pagano o de un publicano.
Yo les aseguro que todo lo que aten en la tierra, quedará atado en el
cielo, y todo lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo.
Yo les aseguro también que si dos de ustedes se ponen de
acuerdo para pedir algo, sea lo que fuere, mi Padre celestial se
lo concederá; pues donde dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí
estoy yo en medio de ellos”.
Palabra del Señor.