Palabra de Dios 27 de Julio de 2023. Jueves XVI Tiempo Ordinario.

Palabra de Dios 27 de Julio de 2023. Jueves XVI Tiempo Ordinario.

Palabra de Dios 27 de Julio de 2023. Jueves XVI Tiempo Ordinario.

Evangelio del dia.

PRIMERA LECTURA.

Del libro del Éxodo (19, 1-2. 9-11. 16-20)

Aquel día, a los tres meses de haber salido de Egipto, los
israelitas, que habían partido de Refidim, llegaron al desierto de
Sinaí y acamparon frente al monte. Entonces el Señor le dijo a
Moisés: “Voy a acercarme a ti en una nube espesa, para que el
pueblo pueda escuchar lo que te digo y tenga siempre fe en ti”.
Moisés comunicó al Señor lo que el pueblo le había dicho. Y
el Señor le dijo: “Vuelve a donde está el pueblo y ordénales que
se purifiquen hoy y mañana; que laven su ropa y estén preparados
para pasado mañana, pues el Señor bajará al monte Sinaí a la vista
del pueblo”.
Al rayar el alba del tercer día, hubo truenos y relámpagos; una
densa nube cubrió el monte y se escuchó un fragoroso resonar de
trompetas. Esto hizo temblar al pueblo, que estaba en el campamento.
Moisés hizo salir al pueblo para ir al encuentro de Dios; pero la
gente se detuvo al pie del monte. Todo el monte Sinaí humeaba,
porque el Señor había descendido sobre él en medio del fuego. Salía
humo como de un horno y todo el monte retemblaba con violencia.
El sonido de las trompetas se hacía cada vez más fuerte. Moisés
hablaba y Dios le respondía con truenos. El Señor bajó a la cumbre
del monte y le dijo a Moisés que subiera.

Palabra de Dios.

SALMO.

Daniel (3, 52. 53. 54. 55. 56)

R. Bendito seas, Señor, santo y glorioso.

Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres. Bendito sea tu
nombre santo y glorioso.
R.

Bendito seas en el templo santo y glorioso. Bendito seas en el
trono de tu reino.
R.

Bendito eres tú, Señor, que penetras con tu mirada los abismos y
te sientas en un trono rodeado de querubines. Bendito seas, Señor,
en la bóveda del cielo.
R.

EVANGELIO.

Evangelio según san Mateo (13, 10-17)

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús sus discípulos y le
preguntaron: “¿Por qué les hablas en parábolas?” Él les
respondió: “A ustedes se les ha concedido conocer los misterios
del Reino de los cielos; pero a ellos no. Al que tiene se le dará más
y nadará en la abundancia; pero al que tiene poco, aun eso poco se
le quitará. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven y
oyendo no oyen ni entienden.
En ellos se cumple aquella profecía de Isaías que dice: Ustedes
oirán una y otra vez y no entenderán; mirarán y volverán a mirar,
pero no verán; porque este pueblo ha endurecido su corazón, ha
cerrado sus ojos y tapado sus oídos, con el fin de no ver con los
ojos ni oír con los oídos, ni comprender con el corazón. Porque no
quieren convertirse ni que yo los salve.
Pero, dichosos ustedes, porque sus ojos ven y sus oídos oyen.
Yo les aseguro que muchos profetas y muchos justos desearon ver
lo que ustedes ven y no lo vieron y oír lo que ustedes oyen y no lo
oyeron”.

Palabra del Señor.

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