Palabra de Dios 9 de junio de 2023. 9no. Viernes de Tiempo Ordinario.

Palabra de Dios 9 de junio de 2023. 9no. Viernes de Tiempo Ordinario.

Palabra de Dios 9 de junio de 2023. 9no. Viernes de Tiempo Ordinario.

Evangelio del dia.

PRIMERA LECTURA.

Del libro de Tobías (11, 5-17)

Ana se sentaba todos los días y observaba el camino para ver si
regresaba su hijo Tobías. Un día vio que se acercaba y le dijo a su
esposo Tobit: “Ya viene tu hijo con el hombre que lo acompañó”.
Rafael le dijo a Tobías antes de que llegaran a donde estaba el
padre de éste: “Estoy seguro de que sus ojos se abrirán. Úntale
la hiel del pescado en los ojos y el medicamento le quitará las
manchas blancas de los ojos. Entonces tu padre recobrará la vista
y podrá ver la luz”.
Ana se acercó y abrazó a su hijo, diciéndole: “¡Hijo mío, ya
puedo morir, después de verte!” Y rompió a llorar. Tobit se levantó,
y a tropezones llegó hasta la puerta del patio. Entonces Tobías
corrió a su encuentro, con la hiel del pescado en la mano, le sopló
en los ojos, lo sostuvo y le dijo: “¡Padre mío, ten ánimo!” Entonces
le untó el medicamento y con sus dos manos le desprendió las
manchas blancas que tenía en los lagrimales. Tobit, al ver a su
hijo, lo abrazó entre lágrimas y le dijo: “¡Hijo mío, luz de mis
ojos: ya puedo verte!” Y añadió: “¡Bendito sea Dios y bendito sea
su excelso nombre; benditos sean todos sus ángeles para siempre,
porque él me castigó, pero ahora ya puedo ver a mi hijo Tobías!”
Tobit y Ana, su esposa, entraron en la casa, llenos de alegría y
alabando a Dios a voz en cuello por todo lo que les había sucedido.
Entonces Tobías le contó a su padre que el Señor Dios lo había
conducido por el mejor camino; que había traído el dinero; que
había tomado como esposa a Sara, hija de Ragüel, y que ella
estaba ya cerca de las puertas de Nínive. Tobit y Ana, llenos de
alegría, salieron al encuentro de su nuera, a las puertas de Nínive.
Los ninivitas, al ver que Tobit venía caminando con pasos seguros,
sin que nadie lo llevara de la mano, se quedaron admirados. Tobit
alababa y bendecía a Dios con grandes voces delante de todos ellos,
porque Dios se había compadecido de él y le había devuelto la vista.
Tobit se acercó a Sara, la esposa de su hijo Tobías, y la bendijo
con estas palabras: “¡Bienvenida seas, hija mía! ¡Bendito sea tu
Dios, que te ha traído a nosotros! ¡Bendito sea tu padre, bendito sea
mi hijo Tobías y bendita seas tú, hija! ¡Bienvenida seas a tu casa!
Que goces de alegría y bienestar. Entra, hija mía”.
Y aquel fue un día de fiesta para todos los judíos que habitaban
en Nínive.

Palabra de Dios.

SALMO.

Salmo (145, 2.5, 6c-7, 8-9a, 9bc-10)

R. Alaba, alma mía, al Señor.

Alaba, alma mía, al Señor; alabaré al Señor toda mi vida; cantaré
y tocaré para mi Dios, mientras yo exista.
R.

El Señor siempre es fiel a su palabra, y es quien hace justicia al
oprimido; él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo.
R.

Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el
Señor al hombre justo y toma al forastero a su cuidado.
R.

A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del
inicuo. Reina el Señor eternamente, reina tu Dios, oh Sión, reina
por siglos.
R.

EVANGELIO.

Evangelio según san Marcos (12, 35-37)

Un día, mientras enseñaba en el templo, Jesús preguntó:
¿Cómo pueden decir los escribas que el Mesías es hijo de
David? El mismo David, inspirado por el Espíritu Santo, ha
declarado: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha y yo
haré de tus enemigos el estrado donde pongas los pies. Si el mismo
David lo llama ‘Señor’, ¿cómo puede ser hijo suyo?”
La multitud que lo rodeaba, que era mucha, lo escuchaba con
agrado.

Palabra del Señor

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