Palabra de Dios 29 de mayo de 2023. Memoria, SANTA MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA.
Evangelio del dia.
PRIMERA LECTURA.
Del libro del Génesis (3, 9-15. 20)
Después de que el hombre y la mujer comieron del fruto del
árbol prohibido, el Señor Dios llamó al hombre y le preguntó:
“¿Dónde estás?” Este respondió: “Oí tus pasos en el jardín; y
tuve miedo, porque estoy desnudo, y me escondí”. Entonces le
dijo Dios: “¿Y quién te ha dicho que estabas desnudo? ¿Has
comido acaso del árbol del que te prohibí comer?” Respondió
Adán: “La mujer que me diste por compañera me ofreció del
fruto del árbol y comí”. El Señor Dios dijo a la mujer: “¿Por
qué has hecho esto? Repuso la mujer: “La serpiente me engañó
y comí”.
Entonces dijo el Señor Dios a la serpiente: “Porque has hecho
esto, serás maldita entre todos los animales y entre todas las
bestias salvajes. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás polvo
todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer,
entre tu descendencia y la suya; y su descendencia te aplastará
la cabeza, mientras tú tratarás de morder su talón”.
El hombre le puso a su mujer el nombre de “Eva”, porque
ella fue la madre de todos los vivientes.
Palabra de Dios.
SALMO.
Salmo (86, 1-2. 3 y 5. 6-7)
R. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!
Él la ha cimentado sobre el monte santo; y el Señor prefiere
las puertas de Sión a todas las moradas de Jacob.
R.
¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios! Se dirá de
Sión: “Uno por uno, todos han nacido en ella; el Altísimo en
persona la ha fundado”.
R.
El Señor escribirá en el registro de los pueblos: “Éste ha
nacido allí”. Y cantarán mientras danzan: “Todas mis fuentes
están en ti”.
R.
EVANGELIO.
Evangelio según san Juan (19, 25-34)
En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre,
la hermana de su madre, María la de Cleofás, y María, la
Magdalena.
Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo que tanto
quería, dijo a su madre: “Mujer, ahí está tu hijo”. Luego dijo al
discípulo: “Ahí está tu madre”. Y desde entonces el discípulo se
la llevó a vivir con él.
Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su
término, para que se cumpliera la Escritura dijo: “Tengo sed”.
Había allí un jarro lleno de vinagre. Los soldados sujetaron
una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo y se la
acercaron a la boca. Jesús probó el vinagre y dijo: “Todo está
cumplido”, e inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
Entonces, los judíos, como era el día de la preparación
de la Pascua, para que los cuerpos de los ajusticiados no se
quedaran en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día
muy solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y
los quitaran de la cruz. Fueron los soldados, le quebraron las
piernas a uno y luego al otro de los que habían sido crucificados
con él. Pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le
quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le traspasó
el costado con una lanza e inmediatamente salió sangre y agua.
Palabra del Señor.