Palabra de Dios 6 de enero de 2023. Viernes Feria de Navidad.
Evangelio del dia.
PRIMERA LECTURA.
Primera carta del apóstol san Juan (5, 5-13)
Queridos hijos: ¿Quién es el que vence al mundo? Sólo el
que cree que Jesús es el Hijo de Dios. Jesucristo se manifestó
por medio del agua y de la sangre; él vino, no sólo con agua,
sino con agua y con sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio,
porque el Espíritu es la verdad. Así pues, los testigos son tres; el
Espíritu, el agua y la sangre. Y los tres están de acuerdo.
Si aceptamos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios
vale mucho más y ese testimonio es el que Dios ha dado de su Hijo.
El que cree en el Hijo de Dios tiene en sí ese testimonio. El
que no le cree a Dios, hace de él un mentiroso, porque no cree
en el testimonio que Dios ha dado de su Hijo. Y el testimonio es
éste: que Dios nos ha dado la vida eterna y esa vida está en su
Hijo. Quien tiene al Hijo, tiene la vida; quien no tiene al Hijo,
no tiene la vida.
A ustedes, los que creen en el nombre del Hijo de Dios, les
he escrito estas cosas, para que sepan que tienen la vida eterna.
Palabra de Dios.
SALMO.
salmo 147, 12-13. 14-15. 19-20
R. Bendito sea el Señor.
Glorifica al Señor, Jerusalén, a Dios ríndele honores, Israel.
El refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en tu
casa.
R.
El mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia
tu hambre. Él envía a la tierra su mensaje y su palabra corre
velozmente.
R.
Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios
a Israel. No ha hecho nada igual con ningún pueblo, ni le ha
confiado a otro sus proyectos.
R.
EVANGELIO.
Evangelio según san Marcos (1, 7-11)
En aquel tiempo, Juan predicaba diciendo: “Ya viene detrás
de mí uno que es más poderoso que yo, uno ante quien no
merezco ni siquiera inclinarme para desatarle la correa de sus
sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los
bautizará con el Espíritu Santo”.
Por esos días, vino Jesús desde Nazaret de Galilea y fue
bautizado por Juan en el Jordán. Al salir Jesús del agua, vio que
los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en figura de paloma,
descendía sobre él. Se oyó entonces una voz del cielo que decía:
“Tú eres mi Hijo amado; yo tengo en ti mis complacencias”.
Palabra del Señor.