Palabra de Dios 14 de Enero de 2023. 1er. Sabado de Tiempo Ordinario.
Evangelio del dia.
PRIMERA LECTURA.
De la carta a los hebreos(4, 12-16)
Hermanos: La palabra de Dios es viva, eficaz y más penetrante
que una espada de dos filos. Llega hasta lo más íntimo del alma,
hasta la médula de los huesos y descubre los pensamientos e
intenciones del corazón. Toda creatura es transparente para ella.
Todo queda al desnudo y al descubierto ante los ojos de aquel a
quien debemos rendir cuentas.
Puesto que Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro sumo sacerdote,
que ha entrado en el cielo, mantengamos firme la profesión de
nuestra fe. En efecto, no tenemos un sumo sacerdote que no sea
capaz de compadecerse de nuestros sufrimientos, puesto que él
mismo ha pasado por las mismas pruebas que nosotros, excepto
el pecado.
Acerquémonos, por tanto, con plena confianza, al trono de
la gracia, para recibir misericordia, hallar la gracia y obtener
ayuda en el momento oportuno.
Palabra de Dios.
SALMO.
salmo 18, 8.9.10.15
R. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma;
inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo.
R.
En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para
el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar el
camino.
R.
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los
mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.
R.
Que te sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de
mi corazón. Haz, Señor, que siempre te busque, pues eres mi
refugio y salvación.
R.
EVANGELIO.
Evangelio según san Marcos (2, 13-17)
En aquel tiempo, Jesús salió de nuevo a caminar por la
orilla del lago; toda la muchedumbre lo seguía y él les
hablaba. Al pasar, vio a Leví (Mateo), el hijo de Alfeo, sentado
en el banco de los impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Él se levantó
y lo siguió.
Mientras Jesús estaba a la mesa en casa de Leví, muchos
publícanos y pecadores se sentaron a la mesa junto con Jesús y
sus discípulos, porque eran muchos los que lo seguían. Entonces
unos escribas de la secta de los fariseos, viéndolo comer con
los pecadores y publicanos, preguntaron a sus discípulos: “¿Por
qué su maestro come y bebe en compañía de publícanos y
pecadores?”
Habiendo oído esto, Jesús les dijo: “No son los sanos los
que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he
venido para llamar a los justos, sino a los pecadores”.
Palabra del Señor.