Palabra de Dios 23 de Dic. de 2022. FERIA MAYOR DE ADVIENTO,“Oh, Emmanuel”.
Evangelio del dia.
PRIMERA LECTURA.
Del libro del profeta Malaquías (3, 1-4. 23-24)
Esto dice el Señor: “He aquí que yo envío a mi mensajero. Él preparará el camino delante de mí. De improviso entrará en
el santuario el Señor, a quien ustedes buscan, el mensajero de la
alianza a quien ustedes desean. Miren: Ya va entrando, dice el
Señor de los ejércitos.
¿Quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién quedará
en pie cuando aparezca? Será como fuego de fundición, como la
lejía de los lavanderos. Se sentará como un fundidor que refina
la plata; como a la plata y al oro, refinará a los hijos de Leví y
así podrán ellos ofrecer, como es debido, las ofrendas al Señor.
Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén,
como en los días pasados, como en los años antiguos.
He aquí que yo les enviaré al profeta Elías, antes de que
llegue el día del Señor, día grande y terrible. Él reconciliará a
los padres con los hijos y a los hijos con los padres, para que no
tenga yo que venir a destruir la tierra”.
Palabra de Dios.
SALMO.
Salmo 24, 4-5ab, 8-9, 10. 14
R. Descúbrenos, Señor, al Salvador.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de
tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti
nuestra esperanza.
R.
Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores
el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a
los pobres sus caminos.
R.
Con quien guarda su alianza y sus mandatos el Señor es leal
y bondadoso. El Señor se descubre a quien lo teme y le enseña
el sentido de su alianza.
R.
EVANGELIO.
Evangelio según san Lucas (1, 57-66)
Por aquellos días, le llegó a Isabel la hora de dar a luz y
tuvo un hijo. Cuando sus vecinos y parientes se enteraron
de que el Señor le había manifestado tan grande misericordia,
se regocijaron con ella.
A los ocho días fueron a circuncidar al niño y le querían
poner Zacarías, como su padre; pero la madre se opuso,
diciéndoles: “No. Su nombre será Juan”. Ellos le decían: “Pero
si ninguno de tus parientes se llama así”.
Entonces le preguntaron por señas al padre cómo quería
que se llamara el niño. Él pidió una tablilla y escribió: “Juan es
su nombre”. Todos se quedaron extrañados. En ese momento
a Zacarías se le soltó la lengua, recobró el habla y empezó a
bendecir a Dios.
Un sentimiento de temor se apoderó de los vecinos, y en
toda la región montañosa de Judea se comentaba este suceso.
Cuantos se enteraban de ello se preguntaban impresionados:
“¿Qué va a ser de este niño?” Esto lo decían, porque realmente
la mano de Dios estaba con él.
Palabra del Señor.