Palabra de Dios 27 de Nov. de 2022. Domingo 1ro. de Adviento.
Evangelio del dia.
PRIMERA LECTURA.
Del libro del profeta Isaías (2, 1-5)
Visión de Isaías, hijo de Amos, acerca de Judá y Jerusalén: En días
futuros, el monte de la casa del Señor será elevado en la cima de los
montes, encumbrado sobre las montañas y hacia él confluirán todas
las naciones.
Acudirán pueblos numerosos, que dirán: “Vengan, subamos al
monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob, para que él nos instruya
en sus caminos y podamos marchar por sus sendas. Porque de Sión
saldrá la ley, de Jerusalén, la palabra del Señor”.
El será el árbitro de las naciones y el juez de pueblos numerosos.
De las espadas forjarán arados y de las lanzas, podaderas; ya no alzará
la espada pueblo contra pueblo, ya no se adiestrarán para la guerra.
¡Casa de Jacob, en marcha! Caminemos a la luz del Señor.
Palabra de Dios.
SALMO.
Sal. 121, 3-4ab, 4cd, 6-7, 8-9
R. Vayamos con alegría al encuentro del Señor.
¡Qué alegría sentí, cuando me dijeron: “Vayamos a la casa del
Señor”! Y hoy estamos aquí, Jerusalén, jubilosos, delante de tus
puertas.
R.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según lo que a
Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor.
R.
Digan de todo corazón: “Jerusalén, que haya paz entre aquellos
que te aman, que haya paz dentro de tus murallas y que reine la paz
en cada casa”.
R.
Por el amor que tengo a mis hermanos, voy a decir: “La paz esté
contigo”. Y por la casa del Señor, mi Dios, pediré para ti todos los
bienes.
R.
SEGUNDA LECTURA.
De la carta de san Pablo a los romanos (13, 11-14)
Hermanos: Tomen en cuenta el momento en que vivimos. Ya es
hora de que se despierten del sueño, porque ahora nuestra salvación
está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada
y se acerca el día. Desechemos, pues, la obras de las tinieblas y
revistámonos con las armas de la luz.
Comportémonos honestamente, como se hace en pleno día. Nada
de comilonas ni borracheras, nada de lujurias ni desenfrenos, nada de
pleitos ni envidias. Revístanse más bien, de nuestro Señor Jesucristo
y que el cuidado de su cuerpo no dé ocasión a los malos deseos.
Palabra de Dios.
EVANGELIO.
Evangelio según san Mateo (24, 37-44)
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Así como sucedió
en tiempos de Noé, así también sucederá cuando venga el Hijo’ del hombre.
Antes del diluvio, la gente comía, bebía y sé casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca. Y cuando menos lo esperaban, sobrevino el diluvio y se llevó a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre. Entonces, de dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro será dejado; de dos mujeres que estén juntas moliendo trigo, una será tomada y la otra dejada.
Velen, pues, y estén preparados, porque no saben qué día va a venir su Señor. Tengan por cierto que si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. También ustedes estén preparados, porque a la hora que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre”.
Palabra del Señor.