Corpus Christi una realidad permanente para el creyente.
Laicos compartiendo la fe.
Hoy la iglesia celebra uno de los momentos que más apasiona y reta a la vez: “Corpus Christi”, “la sangre y cuerpo del Señor Jesús.” Antes Corpus Domini.
Un día escuche está expresión: “Me cubro con la sangre de Cristo, mi Señor”, en el estudio del evangelio de San Juan un verso que me cautivaba a penetrar en él fue: “Jn 6, 53. Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.”, se agregaba otro punto que inquietaba: el sacramento de comunión o eucaristía y para cerrar con broche de oro, escuche que varios santos duraban bastante tiempo sin comer alimento, solo alimentados por la santa eucaristía, por lo es inevitable indagar más sobre Corpus Christi y quedaron unos puntos centrales bien definidos:
En primer lugar: el precio de la salvación de nosotros los hombres fue el derramamiento de la sangre de nuestro Señor Jesús, su entrega en cuerpo para liberarnos del pecado, obra concluida desde el primer siglo, con ello se da la redención, así lo que vale la salvación para cada hombre, el mejor aval que se puede tener.
Un segundo punto: Es lo referente al sacramento de la comunión o eucaristía, en él se da la muestra más grande de amor por parte de Jesús, alimentarnos con su cuerpo y sangre cumpliendo así las palabras del evangelio citas con anterioridad, para que tengamos vida física, del alma y la espiritual.
La adoración a Jesús eucaristía es uno de los misterios más bellos de nuestra alma que se rinde ante el Señor ahí expuesto en la custodia o en el tabernáculo. Lo que llamamos presencia real.
El tercer punto: obedece uno de los fines de la celebración eucarística o misa, alimentados con su palabra, nos alimenta con su cuerpo y sangre.
Es por demás no darle LATRÍA a Jesús en su sangre y cuerpo, no es el poder del sacerdote por lo que se da la transustanciación, es el poder del espíritu santo, es milagro de amor que hace Dios, por lo que no es descabellado dedicar un día para que toda la iglesia le rinda adoración a Jesús en su cuerpo y sangre, por lo que a partir de 1246 se empieza a celebrar, no le parezca invención, porqué hoy, hasta le brindan un día al borracho, a la paz, a la mujer, al hombre, etc.
No falta la incredulidad de muchos creyentes y no creyentes, entonces, es el mismo Jesús que empieza a dar muestras de amor al darse a través de la historia constantes milagros en la santa eucaristía empezando en 1263, los cuales se han estudiado con detenimiento, pero lo más importante para los fieles, las muestras de amor, las gracias en la adoración de él en su presencia real: visiones, experiencias espirituales, revelaciones, respuestas, todo un proceso de que están ante Jesús VIVO.
Bastantes protestantes han atacado la presencia real de Cristo a pesar de que es bíblico, de igual forma, muchos católicos incapaces de poder comer y beber a Jesús por su irregular vida cf. 1 Cor 11, 28, se excusan para no motivar la fe, no enseñar a sus hijos el respeto, amor y adoración a su cuerpo y sangre de Cristo Jesús.
Pese a todo lo negativo y conflictos, Jesús sigue VIVO, millones de católicos alimentados, bendecidos por su cuerpo y sangre, millones de millones adoran a Jesús eucaristía y millones de católicos se preparan para la primera comunión. ¿Se da cuenta todo lo que motiva el cuerpo y sangre de Cristo?
¿Alguna vez se ha puesto a pensar porque su vida no es más plena en la fe?, ¿ha llegado a sentir desnutrición espiritual?, las veces que ha llegado al templo aquejado por situaciones de la vida ¿no sé siente como un extraño?, ¿no ha deseado que suceda un milagro ante sus ojos para creer más?
En resumidas cuentas: se dedica este día a la adoración de la sangre y cuerpo de Jesús, Jesús invita abiertamente a estar ante él, orar, reflexionar, pedir la gracia del entendimiento para adorarle con plenitud, llenar el corazón de hambre para buscarlo a él y saciarse, el desea alimentarle, no sólo de palabra sino con su cuerpo y sangre, de este modo se puede vislumbrar que su cuerpo y sangre está permanentemente allí, podemos fallar, podemos tener mal concepto de la eucaristía, pecados que nos limitan, pero siempre hay una oportunidad de amarle, estar con él y que mejor momento que este día para tener vida en él de aquí en adelante.