Salmo 26. Jueves 1 de Octubre de 2020.
“NO ME ABANDONES, DIOS MÍO”.
Oye, Señor, mi voz y mis clamores y tenme compasión; el corazón me dice que te busque y buscándote estoy. No me abandones, Dios mío. No rechaces con cólera a tu siervo, tú eres mi único auxilio; no me abandones ni me dejes solo, Dios y salvador mío. No me abandones, Dios mío. La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor y fortaleza y en el Señor confía. No me abandones, Dios mío, no me abandones.
Se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.