Del libro del Profeta Habacuc 1,12-2,4. Sábado 8 de Agosto de 2020.
“EL JUSTO VIVIRÁ POR SU FE”.
¿No eres tú, Señor, desde siempre, mi santo Dios, que no muere? Tú, Señor, has escogido al pueblo caldeo para hacer justicia y lo has establecido para castigar.
Tus ojos son demasiado puros para soportar el mal, no puedes ver la opresión. ¿Por qué miras en silencio a los traidores y callas cuando el malvado devora al justo?
Tú tratas a los hombres como a los reptiles, que no tienen dueño, como a los peces del mar: el pueblo caldeo los pesca con anzuelo, los atrae a su red, los va amontonando y luego ríe satisfecho. Después ofrece sacrificios a su anzuelo e incienso a su red, porque le dieron rica presa y comida sustanciosa.
¿Y vas a permitir que siga llenando sus redes y matando naciones sin piedad? En mi puesto de guardia me pondré, me apostaré en la muralla para ver qué me dice el Señor y qué responde a mi reclamación.
El Señor me respondió y me dijo: “Escribe la visión que te he manifestado, ponla clara en tablillas para que se pueda leer de corrido. Es todavía una visión de algo lejano, pero que viene corriendo y no fallará; si se tarda, espéralo, pues llegará sin falta. El malvado sucumbirá
sin remedio; el justo, en cambio, vivirá por su fe”.
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.
Se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.