Del libro del Profeta Jeremías 2,1-3.7-8.12-13. Jueves 23 de Julio de 2020.
Misa Votiva de la Sagrada Eucaristía.
“ME ABANDONARON A MÍ, MANANTIAL DE AGUAS VIVAS Y SE HICIERON CISTERNAS AGRIETADAS”.
En aquel tiempo, me habló el Señor y me dijo: “Ve y grita a los oídos de Jerusalén: ‘Esto dice el Señor: Aún recuerdo el cariño de tu juventud y tu amor de novia para conmigo, cuando me seguías por el desierto, por una tierra sin cultivo.
Israel estaba consagrado al Señor como primicia de su cosecha. Quien se atrevía a comer de ella, cometía un delito y la desgracia caía sobre él. Yo los traje a ustedes a una tierra de jardines, para que comieran de sus excelentes frutos. Pero llegaron y profanaron mi tierra, convirtieron mi heredad en algo abominable.
Los sacerdotes ya no hablan de Dios y los doctores de la ley no me conocen, los pastores han profetizado en nombre de Baal y adoran a los ídolos. Espántense, cielos, de ello, horrorícense y pásmense -palabra del Señor-, porque dos maldades ha cometido mi pueblo: me abandonaron a mí, manantial de aguas vivas, y se hicieron cisternas agrietadas, que no retienen el agua’ ”
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.
Se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.