Insiste Jesús en el grupo de los pecadores Lc 15, 1-7.
Comentario al evangelio.
Estamos ante uno de los pasajes que más controversia desata en la forma y vida de los cristianos, muchos cristianos influenciados por “mundo” en sus criterios, se ha hartado de tener compasión por los pecadores debido a tantas desgracias que han provocados y parece que no hay una justicia ni civil, ni divina que los detenga, sobre todo a aquellos que enarbolan la bandera del terror y la muerte, sin embargo Jesús hoy insiste en el trabajo de evangelización en este grupo tan peculiar y vaya que causa revuelo porque entonces: “hay alguien que se preocupa por la salvación de estas almas perdidas”, para seguir comentando, vamos a citar el texto completo y penetrar en el horizonte de y visión de Jesús:
Lc 15:1 Se acercaban a El todos los publícanos y pecadores para oírle,
Lc 15:2 y los fariseos y escribas murmuraban, diciendo: Este acoge a los pecadores y come con ellos.
Lc 15:3 Propúsoles esta parábola, diciendo:
Luc 15:4 ¿Quién habrá entre vosotros que, teniendo cien ovejas y habiendo perdido una de ellas, no deje las noventa y nueve en el desierto y vaya en busca de la perdida hasta que la halle?
Lc 15:5 Y, una vez hallada, la pone alegre sobre sus hombros,
Lc 15:6 y, vuelto a casa, convoca a los amigos y vecinos, diciéndoles: Alegraos conmigo, porque he hallado mi oveja perdida.
Lc 15:7 Yo os digo que en el cielo será mayor la alegría por un pecador que haga penitencia que por noventa y nueve justos que no necesitan de penitencia.
Hace muchos años, un primo cayó en manos de la justicia porque según robó, era muy joven, recuerdo que su familia constantemente iba a visitarle en horas permitidas, muchos se lamentaban, pero nunca le visitaron, otros se alegraban porque un prospecto delincuente estaba tras las rejas, más yo me pregunto: ¿qué hubiera sido de él si se le hubiera abandonado y olvidado en la cárcel?
Cuando salió de la cárcel con el tan popular: “usted dispense”, este primo tenía una mirada dura, profunda, su juventud dentro del CERESO fue alterada y lo único que comentó fue: “por mi madre y padre no agredo a la sociedad”, esto es lo que nos liga a nuestro pasaje del evangelio, hubo alguien que les dio atención a un grupo marginado por la sociedad israelí: “los publicanos y pecadores”, ellos necesitados encontraron en Jesús un espacio importante: Lc 15:1 Se acercaban a El todos los publícanos y pecadores para oírle.
Publicanos y pecadores escuchan la voz de Dios.
El día de ayer escuché una queja de una dama: ¿por qué a los malos les va bien y a los buenos les va mal?. Al escuchar esto yo me cuestione: ¿quién puede decir que es bueno?, que razón tiene el Señor Jesús al decir: “solo Dios es bueno”, porque todos tenemos “cola que nos pisen”, es bueno porque llama a los pecadores y Jesús les ha atraído con una nueva apertura reconciliadora no castrante: Lc 15:2 y los fariseos y escribas murmuraban, diciendo: Este acoge a los pecadores y come con ellos.
Los dirigentes judíos no dejaban que hubiera salvación para ellos y muchos hombres, mujeres, familias en la actualidad no quieren que sus miembros se salven, ni ellos se salvan ni dejan que otros se salven. Recuerdo que hace dos meses, un pequeño al pasar por un templo donde se estaba celebrando la santa misa le preguntó a su padre: ¿papá que es ahí, podemos entrar?, el padre contestó: “ahhh, es misa hijo, pura aburrición”, ni se salva, ni deja que su hijo se salve y luego para rematar: estaba recogiendo un reloj que había llevado a reparar y llega un jovencito, unos doce años, toca al lado del negocio, abre su madre y ella le ve y le pregunta: ¿y esa bici?, el jovencito le responde: “me la prestaron”, ella repela: sí me la prestaron, ¡quién presta!, pásala, pero no quiero problemas, ni se salva la madre, ni deja que el jovencito se salve.
Así los dirigentes, odian a los publicanos porque según en el celo de la ley sirven a Roma para que les cobren impuestos y los pecadores no quieren dejar sus abominables pecados y ellos son la pureza andando. Ahí está la importancia de que Jesús les hable a estos peculiares hombres.
El mismo valor de la perdida que las 99.
La vida como tal, es hermosa y cada hombre vale lo mismo, pecador o no, tiene la misma dignidad y ha sido creado a imagen de Dios, que es hijo de Dios son verdades innegables se esté de acuerdo usted o no, y Jesús nos lo hace ver: 1 oveja contra 99, la una no salió tranquila, dócil, no se unía a las demás, siempre separándose de las 99, dura a la voz de él, inquieta, pero… sí llegara un hombre y le dijera al dueño: “oye, véndeme una de tus ovejas”, él le dirá con toda confianza: “la que gustes escoger”, porque sabe la calidad de ovejas que tiene, incluyendo la despapayosa, no dirá: le doy la problemática y me quedo con solo ovejas dóciles, no de ningún modo.
La preocupación del dueño es similar por las 100, tal vez si una tranquila de repente cae en un hoyo y no puede salir, cae de tal manera que no le deja pedir auxilio, el dueño al contarlas dirá 98 tranquilas, 1 despapayosa y… me falta una, ¿no dejará a las 98 y a la 1?, saldrá en busca de la perdida, y al encontrarle se alegrara porque ya la hacía perdida, su gozo, su alegría es enorme, el detalle es que si es lo mismo ¿de que vale portarse bien o para que narra esta parábola?
Sí, todas valen lo mismo, tienen toda la capacidad dada por Dios, pero hay más alegría por la revoltosa porque vuelve a Dios, porque vuelve al camino amoroso de Dios, porque en su plan divino, esta revoltosa, vuelve a la buena vida, se ha planeado para que sea feliz, se desarrolle a su plenitud, sea capaz de generar vida para otros, a vivir en armonía con las 99 hermanas, así hoy que padre o madre no desean que sus hijos, ¿reflejen de verdad a Jesús?, todos queremos buenos hijos e incluso, hasta los más perdidos piensan en un futuro muy distinto para sus hijos y no como el que él tuvo.
La razón de la insistencia de Jesús.
Todos tenemos un plan que Dios elaboró cuidadosamente, por eso Jesús viene a rescatar lo muerto, lo perdido, lo más bajo y su actitud es invitar a todos para que apreciemos y no dejemos de luchar por estos marginados: Lc 15:6 y, vuelto a casa, convoca a los amigos y vecinos, diciéndoles: Alegraos conmigo, porque he hallado mi oveja perdida.
Su insistencia hacía este grupo tiene lógica, Dios no nos creó para perdernos, al contrario, ganar una vida terna con él, por esa razón Jesús es luz para n o perdernos, la luz del Espíritu santo para encontrar de nuevo el camino, de ahí que en el cielo pase lo que Jesús narra: Lc 15:7 Yo os digo que en el cielo será mayor la alegría por un pecador que haga penitencia que por noventa y nueve justos que no necesitan de penitencia.
Lo mejor que podemos hacer, ante la insistencia de Jesús:
-Seguir orando por aquellos hermanos difíciles.
-Trabajar con amor para que el amor cambie a los demás.
-Seguir llevando a Jesús a la vida de los hombres.
-Buscar la justicia a toda costa.
-Erradicar los vicios con propuestas de vida y apoyo.
-Seguir ayudando a los necesitados.
-Evitar juicios de quien es bueno.
´Seguir nuestra conversión día a día.
Bendito es Dios que nos ha dado a su hijo para que busque a las ovejas que nos perdemos.