Del libro del Génesis 46,1-7.28-30. Viernes 12 de Julio de 2019.
Misa del Misterio de la Santa Cruz.
“YA PUEDO MORIR TRANQUILO PUES TE HE VUELTO A VER”.
En aquellos días, partió Jacob con todas sus pertenencias y llegó a Bersebá, donde hizo sacrificios al Dios de su padre Isaac. Por la noche, Dios se le apareció y le dijo: “¡Jacob, Jacob!”. El respondió: “Aquí estoy”. El Señor le dijo: “Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No tengas miedo de ir a Egipto, porque ahí te convertiré en un gran pueblo. Yo iré contigo allá, José te cerrará los ojos y después de muerto, yo mismo te haré volver aquí”.
Al partir de Bersebá, los hijos de Jacob hicieron subir a su padre, a sus pequeños y a sus mujeres en las carretas que había mandado el faraón para transportarlos. Tomaron el ganado y cuanto habían adquirido en la tierra de Canaán y se fueron a Egipto, Jacob y todos sus descendientes, sus hijos y nietos, sus hijas y nietas. Jacob mandó a Judá por delante para que le avisara a José y le preparara un sitio en la región de Gosén. Cuando ya estaban por llegar, José enganchó su carroza y se fue a Gosén para recibir a su padre. Apenas lo vio, corrió a su encuentro y, abrazándolo largamente, se puso a llorar.
Jacob le dijo a José: “Ya puedo morir tranquilo, pues te he vuelto a ver y vives todavía”.
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.
Se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.