La Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.
“SÍGUEME”.
En aquel tiempo, al ver Jesús que la multitud lo rodeaba, les ordenó a sus discípulos que cruzaran el lago hacia la orilla de enfrente. En ese momento se le acercó un escriba y le dijo: “Maestro, te seguiré a dondequiera que vayas”. Jesús le respondió: “Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo, nidos; pero el Hijo del hombre no tiene en donde reclinar la cabeza”.
Otro discípulo le dijo: “Señor, permíteme ir primero a enterrar a mi padre”. Pero Jesús le respondió: “Tú sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos”.
PALABRA DEL SEÑOR.- GLORIA A TÍ, SEÑOR, JESÚS.
LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
Se toma como guía el misal Católico. Asamblea Eucarística. México.