Conviviendo un mes con el Sagrado Corazón de Jesús
Día 5°
Día de celo por la Gloria del Padre Celestial.
En el Corazón de Jesús no hay ni un pensamiento, ni movimiento alguno, ni siquiera un ligero suspiro que no sea por el amor y gloria de su Padre. Nos invita a compartir estos mismos sentimientos que son gloria para el Padre y salvación para las almas.
“Entra en mi Corazón y estudia el celo que le devora por la gloria de mi Padre”. este Corazón es tuyo, busca en El cuanto necesites, consúmete dentro de Él, ofrece al Padre Celestial este Corazón, esta Sangre Divina. No vivas más que de esa vida que es vida de amor”.
Ofrécete tú también al Padre Eterno en unión con los sufrimientos de Jesucristo. Con el Corazón de Jesús ofrécete como víctima y repara con El a la Majestad Divina.
“Acepta generosamente todos los sufrimientos que mi amor te envía para ofrécerlos a mi Padre Celestial. Deja que tu alma se abrase en deseos de consolar a un Dios ultrajado y toma mis méritos para reparar4 tantos pecados.”
Recoge todos los méritos de Jesucristo, todos sus sufrimientos… toda su Sangre y ofrécelos al Padre Eterno por la salvación del mundo… por la salvación de las almas.
Corazón de Jesús:
“Préstame al Padre Celestial como a una víctima muy pequeña pero cubierta con la sangre de Tu Corazón”.
Corazón de Jesús:
“Permíteme que repita contigo:
“Padre Eterno, recibe la sangre de tu Hijo, toma sus llagas, toma su Corazón traspasado por la Lanza, mira su cabeza traspasada de espinas. No permitas una vez más que esta Sangre sea inútil. Mira la sed que tenga de darte almas… Padre mío no permitas que estas almas se pierdan… sálvalas para que se glorifiquen eternamente”.
Practica:
Después de la Comunión ofrece al Padre Eterno su Hijo con todo los meritos por la salvación del mundo… y en satisfacción de los pecados de la humanidad.