Conviviendo un mes con el Sagrado Corazón de Jesús
Día 18°
Día de Paz
Para conseguir la paz, no debemos desear nada, ni ligar nuestro corazón a nada que no haya sido de antemano presentado a Dios y colocado en el Corazón de Jesús a fin de quererlo a Él y por Él. Todo lo que turba no viene de Dios. Él es la paz.
“No saben mis almas cómo descansa mi Corazón entrando en el suyo, pequeño y miserable pero todo mío. No me importan las miserias, lo que quiero es el amor… no me importan las flaquezas, lo que quiero es la confianza. Estas son las almas que atraen al mundo la misericordia y la paz”.
El alma que confía plenamente en Dios, no puede perder la paz. El alma que sabe que Dios la ama, no puede perder la paz. El alma que conoce la misericordia de Dios, no puede perder la paz.
“Descansa en Mi y en mi paz como yo descanso en tus sufrimientos. Yo soy la paz, como vivo y reino en ti, tu vivirás en paz; soy el Dios de la paz”.
El alma que no pierde la paz, que me muestra ecuánime y equilibrada… vive ya en el mundo sobrenatural…. Nada adverso le hiere… su vista esta fija en Dios, que todo lo puede y la ama.
Corazón de Jesús:
“Consérvame la paz en medio de mis dolores”
“Sostenme para conservar la paz en mis sufrimientos”
“Reina en mi para vivir la paz”
Corazón de mi Jesús: Que “tu paz me inunde de santa alegría”
Que “tu paz me fortalezca”
Que “tu paz me sostenga en el sacrificio”
Que “tu paz gobierne las almas y el mundo”
Práctica:
No te intranquilices por pequeñeces… conserva tu paz ante esas mil contrariedades que constantemente nos trae la vulgaridad de la vida cotidiana.