La bienvenida del mesías a mi vida. Domingo de ramos. Jn 12, 12-14

La bienvenida del mesías a mi vida. Domingo de ramos. Jn 12, 12-14

La bienvenida del mesías a mi vida. Domingo de ramos. Jn 12, 12-14

Comentario a día de ramos.


Estamos listos para entrar y vivir nuestra semana mayor o semana santa, la liturgia esplendorosa con la palabra armonizada desde la entrada a Jerusalén, la pasión y su muerte de Jesús, es un panorama que nos sumerge en un gozo misterioso que nos invita a abrir el corazón, penetrar en la salvación, es un reto estupendo para iniciar a valorar la obra salvífica. Para el comentario de este pasaje lo citamos todo en su contenido y posteriormente se hará el comentario más conveniente:

Jn 12:12   Al día siguiente, al enterarse la numerosa muchedumbre que había llegado para la fiesta, de que Jesús se dirigía a Jerusalén, 
Jn 12:13   tomaron ramas de palmera y salieron a su encuentro gritando: “¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor, y el rey de Israel!” 
Jn 12:14   Jesús, habiendo encontrado un borriquillo, se montó en él, según está escrito: 
Jn 12:15   No temas, hija de Sión; mira que viene tu rey montado en un pollino de asna. 

Hemos elegido estos cuatro versos para sintonizar parte de nuestra realidad e invitación que Jesús nos hace en esta semana en especial. Hablamos mucho de salvación, mucho de conversión, durante los cuarenta días de cuaresma, el amor paternal, el pecado y la apuesta por Jesús, pero… ¿por qué por Jesús?, hoy queremos solo dejar que Jesús nos de la mano y nos responsa a esa pregunta.

La narrativa del hecho.

¿Alguna vez se ha emocionado en un partido de futbol y de repente empieza a gritar con fuerza y entusiasmo el nombre de su equipo?, ¿o se ha unido a un grupo de gente y juntos empiezan a gritar lo mismo?, ¿ha sentido esa emoción que recorre la piel que llega hasta enchinarse?; ahora ubique primeramente a una muchedumbre que vivió la muerte de Lázaro y luego la experiencia de que Jesús lo resucitó, estaba frenética ante tal milagro; en segundo lugar imagine otra muchedumbre que estaba en Jerusalén a causa de la fiesta de la pascua, muchos se ubicaban fuera de Jerusalén montando sus tiendas, seguramente había galileos, gente de regiones cercanas a Galilea que supieron de la fama de Jesús, así como sus milagros y todo lo que se hablaba de él.

Una estás dos muchedumbres, la primera va acompañando a Jesús al día siguiente de haber estado en la casa de Lázaro, llenos alegría, esperanza, triunfalismo, van trompeteando a Jesús: Jn 12:12   Al día siguiente, al enterarse la numerosa muchedumbre que había llegado para la fiesta, de que Jesús se dirigía a Jerusalén, a la llegada de la curva que va directo a la entrada de la ciudad de Jerusalén, la otra muchedumbre que esta por la fiesta se entera y su reacción se une a la que lo acompaña y lo anuncia y generan un ambiente extraordinario con palmas, ramos y mantos: Jn 12:13   tomaron ramas de palmera y salieron a su encuentro gritando: “¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor, y el rey de Israel!”. Vea el escenario espectacular todos juntos.

El simbolismo de la aclamación, consciente e inconsciente de las turbas a Jesús, lo proclaman como Cristo, Rey y Dios, como se hace, con palmas en la manos, aclaman así los elegidos a Dios y al Cordero en el Apocalipsis se narra.

La entrada de Jesús en un borrico que ha tomado antes Jesús como narra San Juan: Jn 12:14   Jesús, habiendo encontrado un borriquillo, se montó en él, según está escrito: todo este simbolismo que se ha enriquecido y que da sentido al Antiguo testamento porque, ¿para que serviría el antiguo testamento?, narraciones de un pueblo, profecías de profetas, escritos que hablan de muchas cosas, ¿para que nos sirven a los hombres comunes y corrientes de este siglo XXI?, por eso toma forma la profecía: Jn 12:15   No temas, hija de Sión; mira que viene tu rey montado en un pollino de asna. De esta manera se cumpliría y tendría sentido la palabra de Dios.

Domingo de ramos.

En efecto, celebramos en este cierre de cuaresma: “el domingo de ramos”. La gente compra los ramos y en la Iglesia, en la santa eucaristía más propiamente, se lleva acabo el rito de la bendición de ramos, es un momento eufórico, canticos, todos de pie, listos para la celebración maravillosa, unos organizarán a varias voces la pasión de Jesús, unos más sencillamente lo harán, lo que importa es que tal vez, todos en ese momento nos involucremos como aquellas dos muchedumbres.

¿Para que compró sus ramos?, levantarlos simbólicamente ¿cómo aquellas muchedumbres?, o… ¿ponerlos detrás de sus puertas para alejar al demonio porque esta bendito?, o ¿mera tradición?, o… ¿para empezar una vida con Jesús?, aquí es donde nos vamos a detener y preguntarnos: ¿hasta dónde ha entrado Jesús en mi vida?, ¿hay posibilidad de que este año Jesús entre más adentro del mi corazón?, ¿le he dado vítores más que a los sucesos comunes y corrientes?

Proclamar a Jesús.

Ovacionar y vitorear a Jesús puede ser el primer paso para creer en Jesús de una manera más profunda: Rm 10:10   Pues con el corazón se cree para conseguir la justicia, y con la boca se confiesa para conseguir la salvación. Este domingo de ramos se puede derramar la gracia de Dios, ¡eso es lo que tiene Dios!, con un poquito que el hombre se afloje de su frialdad y soberbia, responde maravillosamente.

El evangelista San Juan capta un momento formidable que podemos aplicar en nuestra vida: Jn 12:20   Había algunos griegos de los que subían a adorar en la fiesta. Nadie está excluido de ser aceptado por Jesús, por muy indigno que se sienta la persona, a los griegos los tenían los judíos en un segundo plano aunque por su Dios, por muy devotos que los vieran, estos griegos se acercaron a buscar a Jesús, el católico es lo que tiene que hacer buscar lo que ya es de él, fíjese: Jn 3:16   Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. ¡Jesús es suyo!, ya se lo ha dado Dios porque le ama, ya es decisión de usted despreciar o tomar lo que Dios le ha regalado, dado.

Así podríamos estar horas y horas dando argumentos bíblicos, lo importante es la apertura de su corazón, puede ser que simbólicamente su corazón se vea con un “ramo agitándolo dando entrada triunfal a Jesús”, por fin, después de tantos años llegando solo a la puerta de su casa, custodiada por gruesos barrotes para que en su mundo no entre nadie ni mucho menos Jesús, hoy en este día se abra a la experiencia que se ha privado durante años o sí… ya lo tiene en su corazón, ahora dejarlo circular para que pase y obre.

Conclusiones:

Parece un domingo más de ramos, sin embargo, es una oportunidad más de vitorearle y dejarlo entrar a su vida. No se sabe cuál muchedumbre nos describe más la relación con Jesús, más ninguna es suficiente, porque la primera: va extasiada por el milagro de Lázaro y la segunda: expectante por todo lo que se cuenta y se dice de él, y unos cuantos pusieron sus mantos al paso del asno para darle la honrosa bienvenida al mesías, sabe de mi parte pondré mi manto, ya tengo suficiente edad para solo decirlo de palabra, este domingo de ramos le quiero poner mi capa de mi señorío para que Jesús pase por él y ahora sí, sea mi mesías, mi rey y mi Dios. ¡Bienvenido Jesús!

 

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