¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!
Lucas 1,45
San Ambrosio: bendita tú entre las mujeres. Aquella que se había escondido por vergüenza, ahora se exalta: Aquella que se ruborizaba, levanta la voz para bendecir. Y a gran voz exclama, porque siente a Dios, allí presente; a gran voz grita como para hacer oír a los siglos, a los que profetiza que Dios se ha emparentado con el hombre y se esconde en el seno de la Virgen.
Vivamos a ejemplo de María santísima reservada y en piadoso recogimiento.
María estaba escondida en el secreto de su casa pero el pudor virginal no la disuade del piadoso ejercicio, no la retiene la aspereza de la montaña, ni la retarda la longitud del viaje. Aprended también vosotras, oh jóvenes, la humildad de María, la joven va a visitar a la provecta, y no se contenta solo con ir, sino que va de prisa y es la primera en saludar a la madre del precursor. Cuanto más pura es una virgen tanto más conviene que sea humilde. Sea maestro de humildad. Aquella que resplandece de pureza.
La Santísima Virgen María, nuestra Madre, representa a toda la Iglesia que dice “si” a la Palabra de Dios, “si” hacer la voluntad de Dios. Un “Si” que abre completamente el corazón a un encuentro personal con Cristo, Palabra del Padre hecho Hombre. Encuentro para configurarse con Cristo, para escuchar sus enseñanzas, para sintonizar con su sentir y sus obras… sintonizarse en su amor al Padre y a sus hermanos, con su obediencia a prueba de todo. La fe de María, no era nada fácil, creerle a Dios. María recorrió camino en la obscuridad de la fe; el “si” de todos los días a la Palabra de Dios, supone entrega, dedicación a la escucha, obediencia aun en medio de las pruebas y dificultades. Una fe que a veces hace sufrir en medio de los problemas pero que aun así es necesario creer, esperar, amar, orar… el “si” de María tiene sus frutos en ella y en toda la Iglesia. La fe de María es para todos los cristianos ejemplo de amor, de ser un instrumento dócil en las manos de Dios, de sacrificio… la fe de María está presente en el caminar de la Iglesia, como una Madre que dirige el caminar de sus hijos hacia Dios. María está unida a cada uno de nosotros, ella es modelo y Madre que motiva a perseverar, a creer, a renacer en Cristo por medio de nuestra fe, esperanza y caridad. Cristo ve en él “si” de María él si de cada uno de nosotros, aunque nuestro si este impregnado de egoísmos, que manchen nuestra relación con Dios.
María, madre nuestra, ayúdanos a pronunciar nuestro “si” con tu misma entrega y abnegación a la Voluntad de Dios, sin esperar recompensa, solo con el deseo de amar a todos, como lo haces tú. María madre de la Iglesia, ruega por nosotros.
Oración por la evangelización del Santo Papa Francisco: al servicio de la paz. Para que el lenguaje del corazón y del dialogo prevalezca siempre sobre el lenguaje de las armas.
Por todos los Obispos de CEPS, CEM que Dios los ilumine y ayude en todas sus necesidades
Oremos por todas las necesidades de nuestra Iglesia en especial por: santo Papa Francisco, Papa Emérito Benedicto XVI, Cardenal Arzobispo Primado de México Carlos Aguiar Retes, Arz. Alfonso Cortes Contreras, Arz. Emérito José Guadalupe Martin Rabago, Obispo Juan Pallares, P: Eduardo Contreras, P. Juan Rodríguez Alba, P. Isidro Baltasar Nicasio Zamora, P. Jorge Espinoza, P: Apolinar, P. Mario García, P. Juan Manuel Fernández, P. Silverio Chávez Ayala, P. Carlos Valadez, P. Andrés García, P. Hugo Pérez Flores, Hugo Landeros, P. Antonio Borja, P. Chuchin Salazar, P. Carlos Flores Montiel, P. Arturo Márquez, P. Víctor Manuel González P. Abelardo, P. Fidel, P. Valentín; P. José López, P. Carlos Muñoz, P. Emmanuel Chávez, P. Claudio, P. Guillermo Medina, P. Raúl González, Padre Antonio Valenzuela, P. Francisco Javier Hernández Méndez, Diáconos todos Religiosos y Religiosas: visitandinas: hna. Amelia Negrete, sacerdotes, seminaristas: Horacio de Jesús García Ruiz y obispos del mundo.
Celadores del Santísimo Sacramento y Guardias de Honor del Sagrado Corazón de Jesús.
Ministerio de Consagración Corazones de Jesús y María.
Por la paz en todo el mundo.
Por todos los gobernantes en especial por el de México que inicia su misión para que con sabiduría y fidelidad a sus promesas logre la paz y una mejor calidad de vida para todo el pueblo mexicano.
Por todos los que no tienen trabajo y para que puedan llevar el sustento necesario para sus familias
Por los jóvenes que no tienen la oportunidad de estudiar teniendo que trabajar a temprana edad.
Por todos los que han caído en algún vicio para que logren salir de el
Por todos los que sufren violencia, esclavitud, rechazo, persecuciones…
Por todos los agonizantes para que alcancen la perseverancia final
Por las necesidades de la Curia.
Por todos los enfermos, quienes los cuidan y sus familias
Por todas las personas responsables de la seguridad pública y sus familias para que Dios les cuide y proteja ante cualquier peligro.
Por todas las personas que laboran en el sector salud y sus familias para que siempre defiendan la vida.
Por todos los cristianos para que acojamos a María como nuestra Madre y así vivamos haciendo la Voluntad de Dios en nuestras familias, sociedad…
Por la conversión de todos los pecadores.
Por todos nuestros fieles difuntos en especial Por: sacerdotes difuntos, Paloma Martin, Marina, Alejandro Marmolejo, Aurorita Berenguer, José Guadalupe Martínez Manrique, María Reyes, Amalia Martínez, J. Luz Mtz. Gómez, Daniel Velázquez, Andrea de Velázquez, Josefina Arias, Rogelio Ramírez Pedraza y Guardias de Honor del Sagrado Corazón de Jesús y todas las almas del Purgatorio.