EL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA.
“MI BOCA, SEÑOR, ANUNCIARÁ SIEMPRE TU SALVACIÓN”.
Mis labios no han cesado de alabarte y pregonan tu gloria todo el día. Señor, en la vejez no me rechaces ni me abandones, falto de energías. R/.
En ti, Señor, yo seguiré confiando, y más y más te alabará mi boca. Yo proclamaré siempre tu justicia y a todas horas, tu misericordia. R/.
Tus hazañas, Señor, alabaré; diré a todos que sólo tú eres justo. Me enseñaste a alabarte desde niño y seguir alabándote es mi orgullo. R/.
La lealtad del Señor para conmigo celebrará mi lira. Al Santo de Israel, a ti, Dios mío, cantaré con mi cítara. R/.
EL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA.
Se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.