DE LA DIVINA MISERICORDIA.
“TENÍAN UN SOLO CORAZÓN Y UNA SOLA ALMA”.
La multitud de los que habían creído tenía un solo corazón y una sola alma; todo lo poseían en común y nadie consideraba suyo nada de lo que tenía.
Con grandes muestras de poder, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús y todos gozaban de gran estimación entre el pueblo. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían terrenos o casas, los vendían, llevaban el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles, y luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.
DOMINGO DE LA DIVINA MISERICORDIA.
Se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.