Enfermedades y bendita palabra que hace necesitar de Dios. Marcos (1,29-39).

Enfermedades y bendita palabra que hace necesitar de Dios. Marcos (1,29-39).

Enfermedades y bendita palabra que hace necesitar de Dios. Marcos (1,29-39).

Comentario al evangelio.



Hoy nos reunimos nuevamente como hermanos en la santa misa, celebrando el misterio de la redención, salvación y justificación, una fiesta con nuestro Señor y que no solo alimenta nuestro cuerpo sino también nuestra mente y corazón con su santa palabra. Hoy en la proclamación de la palabra, San Marcos visualiza realidades de nuestro siglo XXI que nos hacen necesitar de Dios y actualiza nuestro tiempo con su tiempo. Para el comentario citamos todo el texto y posteriormente se ha el comentario más oportuno:

En aquel tiempo, al salir Jesús y sus discípulos de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar. Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar.
Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: «Todo el mundo te busca.»
Él les respondió: «Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido.»
Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.

Hace unos 15 años en un sermón, escuché que el hombre al pecar había perdido sus dones preternaturales, la perfección de Dios plasmada en el hombre tanto física como espiritualmente eran un regalo de Dios que se había esfumado de la vida del hombre y con ello el hombre, padece los efectos de esa ausencia de dones preternaturales: la enfermedad, el sufrimiento, el desbordamiento de la concupiscencia y la muerte son elementos que día a día se presentan en el hombre, la ciencias tratan de ayudar física y mentalmente, liberarle de tales situaciones, hoy San Marcos ha captado el momento donde Jesús está consciente de esa limitación e incapacidad de los hombres y su corazón se derrama en amor, compasión, cariño y bondad. Recuerdo una súplica desesperada de alguien que tenía un enfermo moribundo: “Yo soy muy malo, pero por tú madrecita salva a mi hijo”.

Vamos dividir el texto en tres partes: (1) Las enfermedades de nuestro tiempo; (2) Fe en la oración y (3) Su palabra bendita.

1.- Las enfermedades de nuestro tiempo.

Después de los oficios de la sinagoga, Jesús va a la casa de Pedro y Andrés, una casa que fue relevante en la evangelización de Jesús, ahí visualiza que la suegra de Pedro aún se encuentra acostada, le hacen notar que está enferma ya que una mujer judía empieza temprano sus actividades, algunos estudios en promedio indican que entre 5.00 am a .6.00 am comienzan las actividades formales de los judíos, muy parecido a muchas familias de nuestro tiempo, solo que estos ya hicieron la actividad primordial que más adelante comentaremos.

La enfermedad es física: “fiebre”, pero, al bajar el sol, Jesús nuevamente atiende a los necesitados: le llevaron todos los enfermos y endemoniados, sí observa enfermedades mentales, espirituales son el azote actual de nuestra vida. Jesús se compadece de del sufrimiento humano, a la suegra de Pedro con cariño y con mano firme hace huir a la fiebre, Se agrega: Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios, muchas ocasiones no encontramos explicación cuando unos seres humanos actúan como si no fueran humanos, más bien bestias, quizá el diablo mismo (el enemigo) les guste que estén sumidos en esa pena. Se dice fácil, lo que hacía Jesús, pero para eso se necesita: “autoridad” y esa autoridad tiene su cimiento en el amor, luego en la misma autoridad legada por Dios y la confianza de que sí Dios esta con nosotros quien contra nosotros.

¿Qué será lo que más le preocupa al hombre: la enfermedad o el dinero?

2.- Fe en la oración.

Jesús muestra la cultura judía, muy temprano de madrugada, antes de que el sol empiece a iluminar, empieza su día con la “oración”. Muchos judíos mecánicamente quizá oren porque así se debe hacer, Jesús va más allá: se marchó al descampado y allí se puso a orar. Hay oración comunitaria cuando varios nos reunimos a orar y está nuestra oración individual, Jesús nos indica que es mejor a solas, donde no haya ese distracción, vea hoy a muchos católicos como oran: están preparando su café orando, están en la ducha y están orando, se están poniendo la ropa orando van a llevar a sus hijos a la escuela y van orando, es decir hacen cantidad de actividades junto con la oración, los piadosos dicen que es mejor que oren así a que no oren, sin embargo, Jesús nos indica algo más sencillo: “levántate más temprano para que ores en santa paz y con calma”.

Tal vez esto que comento levante un grito de protesta: necesito descansar, debo dormir mis horas, ¡cierto!, ¿sabe usted la cantidad de mexicanos que perdemos el tiempo en la televisión en lugar de orar?, ¿se imagina la enorme muchedumbre que se la pasa en el celular en lugar de orar?, ¿se ha puesto a pensar cuantos mexicanos se duerme después de las 12.00 perdiendo tiempo en lugar de orar?, Jesús nos hace ver que lo mejor del día comienza con la oración con su Padre, dice un viejo dicho mexicano: “al que madruga Dios le ayuda”, claro que después salen los detractores: “no por tanto madrugar amanece más temprano”.

Jesús nos hace ver que la oración no es vana, sino al contrario: “es necesaria”, nos muestra que es mejor donde no haya distracciones que perturben el momento y desde luego que en lugar de estar luchando con la cama por dormir: “mejor levántate y ora”.

3.- Su palabra bendita.

Jesús tiene una mentalidad más allá de los parámetros humanos, el dimensiona que todos necesitan de su palabra, un querido maestro de teología siempre me dijo: “recuerda, la transformación de un hombre empieza por la escucha de la palabra”. Jesús no deja a nadie sin que escuche la buena nueva: Él les respondió: «Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido.»

La prioridad de Jesús es anunciar la palabra a todos, es lamentable como muchos católicos inteligentes, quieren que la homilía sea acompañada diapositivas, quizá con escena como el teatro o con dinámicas diversas, no entienden que el “don” de la palabra es una bendición, puede que unos digan que las homilías duermen, o que se siente que no prepararan la homilía, pero bastaría que el proclamador del ambón pronunciará para entender, lástima que muchos ni siquiera tenemos la palabra de Dios en nuestros hogares, “triste”, hay películas de novedad, revistas, en el celular el youtube muchos videos, pero… de la palabra nada, ¿ahora entiende porque Jesús sigue anunciando así la palabra santa?, ¿ahora sabe porque es una bendición con tantos artilugios?

Conclusiones.

Hoy Jesús nos invita a que nos ayudemos los unos y los otros en nuestras enfermedades, padecimientos, sufrimientos, ver bendiciones en esas enfermedades terminales en lugar de maldición, tener en cuenta que muchas de esas enfermedades mentales y espirituales las ocasiona satanás para oprimir al ser humano.

Nos invita a que tengamos “fe en la oración”, la arma perfecta para poder luchar contra el enemigo, las enfermedades y males, a la vez, exhorta que pongamos más atención en la palabra de Dios, no esté pensando el escuchar la santa palabra como pagar la luz, el agua, el gas, ya tendrá tiempo para eso. ¿Por qué no se compra una biblia?, ¿cree que le hace más falta una revista “x” que la santa palabra de Dios?, mire cómo pudieron asentar estás palabras en la mentalidad humana: Heb 4:12 Pues, viva es la palabra de Dios y eficaz, y más cortante que espada alguna de dos filos. Penetra hasta la división entre alma y espíritu, articulaciones y médulas; y discierne sentimientos y pensamientos del corazón.

¿No le parece justo darle una oportunidad a Jesús con estos elementos simples que nos pueden santificar?, mire que él seguirá, duro y duro en su camino de salvación: Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.
En hora buena, quizá experimentos más el amor de Dios al practicar estos tres puntos.

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