Jesús “rey” del mundo y de la vida Mt 25, 31-46.

Jesús “rey” del mundo y de la vida Mt 25, 31-46.

Jesús “rey” del mundo y de la vida Mt 25, 31-46.

Comentario al evangelio.



Estamos a punto de que dé inicio el tiempo de adviento, todas las lecturas anteriores están tratando el asunto de la vigilancia, de prepararse, de estar al pendiente, con lámparas encendidas, de trabajar con los talentos que Dios nos da y hoy celebramos a Cristo rey, al Señor, al Kirios, el Señor de “todo”. Se puede resumir en la siguiente palabra de nuestro Señor Jesús, lo que va a suceder cuando el Señor venga de nuevo, cuando el novio venga, cuando el dueño de la vid regrese a pedir cuentas, cuando ponga a sus pies a las naciones. A la vez, sigue invitando a intensificar los esfuerzos para esperar dignamente el nacimiento del mesías, del Salvador. Puede que el día de hoy nuestra vida se transforme por gracia de Dios.

Introducción.

Jesús expone una maravillosa realidad para el que ha decidido seguirlo, pero también, para aquel que decide regresar a Jesús, el que lo ve como el Señor, Rey de su vida y lo refleja en su vida:
Cuando el Hijo del Hombre llegue con majestad, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. A muchos esto que dice Cristo Jesús nos alegra, a otros los asusta, no es cuestión de ser buenos porque nadie es bueno, más que Dios, sino más bien, es gracia abundante para los hombres. Los estudiosos le llaman la “parusía”, la segunda venida, la Iglesia lo maneja hoy como el “adviento” final, porque en realidad una inmensa cantidad de cristianos no entiende el significado de la llegada de Jesús y parece que solo se celebra la navidad como un hecho social, un buen momento de buena voluntad, para reunirse en familia y cenar o para compartir regalos. Todo un reto para los hombres de hoy darse cuenta y vivir el verdadero significado de la llegada de Jesús al mundo.

Su trono.

Cuanto nos hemos imaginado cómo será el trono de Dios, por otro lado el libro del apocalipsis la describe así: Ap 4, 4-7 Vi un trono colocado en el cielo y en él sentado uno cuyo aspecto era de jaspe y cornalina; rodeando al trono brillaba un arco iris como de esmeralda. Alrededor del trono había veinticuatro tronos y sentados en ellos veinticuatro ancianos, con vestiduras blancas y coronas de oro en la cabeza. Del trono salían relámpagos y se escuchaban truenos. Siete antorchas de fuego ardían ante el trono, los siete espíritus de Dios. Delante del trono había como un mar transparente, como cristal. En el centro, rodeando el trono, estaban cuatro seres vivientes cubiertos de ojos por delante y por detrás. El primer ser viviente tenía figura de león, el segundo de toro, el tercero tenía rostro humano, el cuarto tenía figura de águila volando. ¿Cómo se lo ha imaginado usted querido hermano?, ¿blanco, con oro, excelso al estilo de los reyes de la tierra, trono de alegría?; no es difícil echar a volar la imaginación, pues Jesús agrega que los ángeles lo acompañarán y se visualizará su gloria un trono enorme con incienso ya que será capaz de tener a todas la naciones a sus pies: 32 y todas las naciones serán reunidas en su presencia. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.

¿Ovejas de las cabras?

¿Sí Dios es amor porque separar a los hombres según su obrar?, el diablo también tiene súbditos, muchos hombres parecen que odian a Dios y se rinden ante el mal y aunque hay oportunidades de enderezar los caminos, muchos rechazarán abiertamente esa oportunidad: 33 Colocará a las ovejas a su derecha y a las cabras a su izquierda. La nueva cultura cree que Dios todo perdona, “cierto”, no hay discusión, pero para aquellos que se arrepienten. Aquellos que enmendaron, aquellos que empezaron su conversión, aquellos que dan testimonio de él: 34 Entonces el rey dirá a los de la derecha: Vengan, benditos de mi Padre, a recibir el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. No es un “Rey” injusto o un “Dios” arbitrario, simplemente a unos les interesa la salvación y a otros ni les importa o se acuerdan solo cuando se viven momentos intensos se busca a Dios, los hechos no demuestran interés.

Las obras de misericordia.

Aunque es una realidad, que por las obras no nos salvamos sino por gracia de Dios, estás obras, son el reflejo de la misma gracia de Dios, porque el hombre reacciona conforme y por ello experimentar el amor del Padre y ese amor nos lleva a obrar e incluso la Iglesia sabe su importancia y las marcó perfectamente bien e incluso, a quienes no tienen recursos económicos se pueden practicar las espirituales que mucha falta hacen. El hombre actual dimensiona el equilibrio entre las dos acciones: corporales-espirituales: 35-36 Porque tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, era emigrante y me recibieron, estaba desnudo y me vistieron, estaba enfermo y me visitaron, estaba encarcelado y me vinieron a ver.

Decisión propia.

No hay confusión, tampoco que no se entienda su significado, ni menos que es una interpretación alegórica, es directo: 45-46 Él responderá: Les aseguro que lo que no hicieron a uno de estos más pequeños no me lo hicieron a mí. Éstos irán al castigo perpetuo y los justos a la vida eterna. El resultado del obrar es vital, sino fuera importante, bastaría decir: “con que creas en Jesús es suficiente, lo de menos es obrar. ¡No!, demostrar a Jesús que se le cree, que es el Señor, que es su salvador, es reproducir su trabajo evangelizador y obrando, actuando es como el evangelio llega a los que no lo conocen, actuando se da testimonio. Resultado perceptible, obras mal, fruto obtenido por consecuencia, obras bien, un fruto positivo y gracia ganada del Padre.

Conclusión.

-Obrar positivamente trae beneficios a todos.
-Equilibrar fe-obras.
-No dudar de que no hay un juicio, lo hay y lo es.
-Vigilantes en todo momento.
-Se puede cambiar el destino obrando el bien.
-Aplicar la invitación que nos hace Jesús a regresar a él.
-Aplicarlo en este tiempo de adviento.

Tenemos todo un reto para nuestra vida y todo depende de uno mismo ya que dios es derrochón en gracia. Jesús nuestro “rey” y Señor de la vida nos invita a pasar a la derecha y Hacer lo que él hace: “bien”.

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