Devoción al Sagrado Corazón de Jesús  “Claudio de la Colombiere.”

Devoción al Sagrado Corazón de Jesús “Claudio de la Colombiere.”

Devoción al Sagrado Corazón de Jesús

“Claudio de la Colombiere.”

Otro santo muy devoto del Sagrado Corazón de Jesús fue el sacerdote Jesuita Claudio de la Colombiere. Él fue el primero en creer en las revelaciones místicas del  Sagrado Corazón a Santa Margarita María en el Monasterio de Paray le Monial. Por el apoyo que brindo a la santa, la superiora del Monasterio también creyó en las revelaciones y pronto la Devoción al Sagrado Corazón de Jesús se propago.

Claudio nació en Saint-Symphorien d’Ozon, cerca de Lyón, en el año de 1641, en una familia piadosa y de buena posición social. Ingresó a la Compañía de Jesús en Lyón, después hizo su noviciado y sus estudios de filosofía en Aviñón.

Gozaba de gran inteligencia y era de un pensamiento agudo. Cuando Aviñón celebro la canonización de San Francisco de Sales, en el más antiguo de los Monasterios de la Visitación se llevo a cabo una función litúrgica y  Claudio le toco predicar el panegírico del Santo mostrando sus dotes de orador. Más tarde fue enviado a Paris a estudiar teología. Y en 1673, siendo sacerdote fue nombrado predicador del Colegio de Aviñón. En 1675 fue nombrado superior en Paray le Monial, allí conoció a la religiosa visitandina Margarita María de ALacoque que se encontraba en un periodo de perplejidad ante las revelaciones del Sagrado Corazón de Jesús, la cual recibió la revelación de que el Señor lo había elegido para que confiara en él. El P. Claudio no solo creyó en las revelaciones sino que en adelante se dedico a propagar la Devoción al Sagrado Corazón.

El P. Claudio, animado por el amor al Sagrado Corazón, propago incansablemente esta Devoción, pues vio en ella el mejor antídoto contra el jansenismo que alejo a  los católicos de la Eucaristía. El amor al Sagrado Corazón era su tema favorito. Enviado a Inglaterra convirtió a muchos protestantes y fue acusado de participar en un complot contra el rey. Fue hecho prisionero, pero por la intervención de Luis XIV fue desterrado simplemente. Debilitada su salud vuelve a Francia en 1679; sus superiores lo envían a Lyón y a Paray. En esta última ciudad tuvo una vez más contacto con Santa Margarita María con quien hablaba de su ardor y sus proyectos a favor del Sagrado Corazón de Jesús. El 15 de febrero de 1682 murió en esa ciudad. Fue beatificado el año de 1929 y canonizado por Juan Pablo II en 1992.

San Claudio creía que Dios era capaz de inflamar su corazón con la Eucaristía, pero si no fuera así decía: “A tan grande calamidad, solo una salida encuentro: que me des otro corazón, un corazón dócil, un corazón sensible, un corazón que no sea de mármol ni de bronce, es menester que me concedas tu mismo Corazón”.

Imploraba en su oración: “Ven, amable Corazón de Jesús, ven y colócate en el centro de mi pecho y enciende en él un amor tal que acierte a responder, de algún modo, a mi deber de amarte.”

Hacia la ofrenda de su corazón constantemente: “Adorable y amante Corazón de Jesús, en reparación de tantos pecados e ingratitudes y para evitar que yo caiga  en tal desgracia, te ofrezco mi corazón con todos los sentimientos de que es capaz y me entrego todo a TI”.

Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

P: Silverio Chávez Ayala

 

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