“POR TU PUEBLO, SEÑOR, ACUÉRDATE DE MÍ”.
Junto con nuestros padres hemos pecado, cometimos una falta, somos culpables.
Nuestros padres en Egipto no entendieron nada de tus milagros, se olvidaron de tus favores sin cuento, se rebelaron contra el Altísimo junto al Mar Rojo.
Pero pronto se olvidaron de sus obras y no contaron con su providencia.
Se despertó su gula en el desierto y en la estepa pusieron a Dios a prueba.
Se olvidaron de Dios que los había salvado, del que hizo grandes cosas en Egipto,
milagros en el país de Cam, y un prodigio asombroso en el Mar Rojo!
Entonces habló de exterminarlos, a no ser porque su elegido Moisés se puso en la brecha frente a El para impedir que su ira los destruyera.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.