San Buenaventura (significa Bienaventurado) es otro de los santos que también podemos considerar devoto del Sagrado Corazón de Jesús. Su nombre era Giovanni Fidanza. Nació en el año de 1221 en Civita, Italia y murió en Lyon, Francia, en el año de 1274. Fue un religioso franciscano y un gran teólogo expositor de ideas brillantes en los concilios de su tiempo. Fue obispo y cardenal de Albano. Como doctor de la Iglesia escribió que el Corazón de Jesús es la “Fuente Viva”, pues Jesús prometió a la samaritana que Él daría una agua que le quitaría la sed y no tendría necesidad de volver al pozo por mas agua; una “agua que brotara para la vida eterna” (Jn 4,14) por eso grito: “Si alguno tiene sed, que venga a mí, y beba” (Jn 7,37) lo cual se refiere al Espíritu Santo que daría en Pentecostés (Cfr. Jn 7,39) pero San Buenaventura se refería en este caso a los Sacramentos. Así que todo cristiano, según Buenaventura, debe convertirse en el pregonero de Dios y gritar también que es preciso que todos se acerquen a beber de los sacramentos que brotan del costado de Cristo, no tendrá más sed.
También escribió San Buenaventura: “¡Qué bueno, que dulce es habitar en tu Corazón, oh Jesús! ¿Quién hay que no desearía esta perla? Yo prefiero darlo todo, todos mis pensamientos, y todos los afectos de mi alma por Él, echando mi mente entera en el Corazón de mi buen Jesús.”
Acerquémonos a esta fuente que brota del Costado Herido de nuestro Señor Jesucristo, una fuente que tiene su origen en el Corazón pleno de amor por todos los hombres de todos los tiempos y de todas las razas.
