El alma llamando a la puerta del Sagrado Corazón de Jesús
¡Llamad y se os abrirá…!
Sin duda que abras llamado a la puerta de muchos corazones, pidiendo al uno la tranquilidad, al otro un refugio, a todos la felicidad. Pero te has engañado…¡solo hay un corazón que te pueda dar todo esto, y este Corazón es el de Jesús ¡Durante este mes, en la Hora de Guardia, mantente humildemente a la puerta de este Divino Corazón…¡Llama y se te abrirá…¡pero en cuanto hayas penetrado en esa cárcel de amor, ruégale que cierre en seguida la puerta y te constituya para siempre su feliz prisionero. Solo el pecado te puede arrojar de esa deliciosa morada; huye hasta de la sombra de tan pernicioso mal.