El reino revelado a los pequeños Mt 11, 25-30.

Mt 11:25 En aquella ocasión Jesús tomó la palabra y dijo: –¡Te alabo, Padre, Señor de cielo y tierra, porque, ocultando estas cosas a los sabios y entendidos, se las diste a conocer a la gente sencilla!
Mt 11:26 Sí, Padre, ésa ha sido tu elección.
Mt 11:27 Todo me lo ha encomendado mi Padre: nadie conoce al Hijo, sino el Padre; nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquél a quien el Hijo decida revelárselo.
Mt 11:28 Vengan a mí, los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré.
Mt 11:29 Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy tolerante y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su vida.
Mat 11:30 Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.

Hoy tenemos un pasaje preciso, la parte doctrinal que maneja San Mateo es maravillosa dejando bien enclavada la relación Jesús-Padre, grandes-pequeños, y la invitación a adherirse a Jesús. Podemos dividir este tema en dos partes (1) V. 25-27 y (2) V. 28-30 y de este modo, tratar algunos puntos de bastante interés.

V. 25-27.

Al limitarse a estos versos, parece muy frío la expresión: –¡Te alabo, Padre, Señor de cielo y tierra, porque, ocultando estas cosas a los sabios y entendidos, se las diste a conocer a la gente sencilla!; si se hubiera delimitado versos atrás 20-24, donde recrimina a las ciudades de Galilea por incrédulas, entenderíamos que esa expresión se debe a la actitud de rechazo de los fariseos y líderes judíos a su ministerio y obvio, “al reino de Dios”. Hay que dejar bien claro que Jesús no rechaza al inteligente, al erudito, al sabio o al prudente, al contrario, espera una mejor respuesta de ellos, de ahí ese forcejeo con los fariseos, no es lo mismo, el grado de sabiduría de fariseos que la de sus discípulos, aun diciendo que Natanael era un rabino sencillo, los fariseos distan mucho en conocimientos de la Toráh e interpretación de lo que Dios quiere que se viva, por lo que la expresión es dura para los fariseos, letrados, líderes y alentadora para sus discípulos.

La expresión de los sencillos o niños, es debido a la forma simple de razonar, de vivir, de no desconfiar tanto, de dejarse iluminar tanto ante la verdad como a la enseñanza, la adhesión de los discípulos es loable, no son eruditos, no es gente experta en la ley, sin embargo reaccionó positivamente ante el mensaje de salvación. La pregunta sería: ¿qué les ocultó?, respuesta simple: “el misterio del reino de los cielos”, aun expertos en las escrituras, no alcanzan a penetrar el contenido de ellas sino solo una normatividad. Jesús reafirma firmemente: 26 Sí, Padre, ésa ha sido tu elección.

Conocimiento infuso y el adquirido.

Jesús se refiere a un conocimiento superior, el conocimiento de los fariseos, letrados y sabios, es un conocimiento adquirido, duro y duro, estudiando, tratando de entenderlo, horas de estudio, repetir, repetir, sin embargo, el infuso por el Espíritu santo, es meramente “don”, lo da el Espíritu y la inteligencia del hombre se abre y entiende o las cosas de Dios, pero no solo conocimientos, sino entender los misterios de Dios, la fe, desarrollo de virtudes, capacidades y una diversidad de realidades que solo estudiando se podría entender, lo supieran, pero el Espíritu lo da y quedó lleno de conocimiento el hombre, por ello se alcanza a visualizar, el contenido de la revelación doctrinal de Mateo.

Estos versículos tiene el tema central en su doctrina: la revelación abierta del Padre y el Hijo, 5 veces Padre y tres veces Hijo directa y una implícita, una relación estrecha y de quien es el conocimiento, la revelación y el misterio, su Padre revela el misterio a quien pone pocas barreras, se abre a la verdad y cree por lo que ha oído y visto, le hace sentir a través del Espíritu santo.

Por último, cierra con un parafraseo al estilo de San Juan, donde Jesús se relaciona con su Padre, el Padre con Jesús y donde el conocimiento, los conduce a ellos hacía el Padre y a Jesús al mismo tiempo, mostrándoles el reino.

V.28-30. La respuesta: la adhesión.

Sí el conocimiento se ha dado por parte del Espíritu, hay una lógica en su resultado, una adhesión, pero, la adhesión a Jesús es voluntaria y por esa razón Jesús invita a ir a él, todo aquel que trabaja, que se cansa, que se agobia por llevar lo necesario a su casa, y serle lo más fiel a Dios, donde sus fuerzas ya no le ayudan, los invita a ser aliviados por él. Imagine los cojos, los ciegos, los leprosos, los paralíticos, los sordos, una muchedumbre cansada y agobiada por su situación, día a día tener que lidiar con esa carga emocional, física y espiritual e incluso hasta religiosa y ser aliviados, sería como la solución mágica a una vida llena de vicisitudes.

Palestina en tiempos de Jesús vive momentos difíciles, hay mucha opresión al pobre, al débil, injusticias continuas, explotación, imperialismo y Jesús invita a seguirle, a adherirse a él, al mismo tiempo contrasta un fruto por cargar, por tomar su yugo: aliviarse, descansar aprender.

Aprender.

Es uno de los rublos donde más invierte Israel: “la enseñanza”, “el aprender”, la integración a escuelas, la lectura e interpretación de la Toráh en las sinagogas, el método de repetir y pronunciar, etc., denota que el israelita quiere aprender para saber que es lo que Dios quiere de él. Jesús como “rabit” quiere enseñar a los hombres: “y aprendan de mí, que soy tolerante y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su vida.”

En el ambiente católico, el fiel anhela ser humilde, sencillo, pretende no ser tan complicado con los demás, llevándolo a la tolerancia con los demás, a convivir y respetarlo tal y como es, sin embargo los grandes males: soberbia, orgullo, vanidad, intolerancia, radicalidad, elitismo, se oponen a esas dos virtudes.

Lo importante: descanso para su vida.

Una persona con esas virtudes desarrolladas vive felizmente, espera, tiene una fe sólida y la caridad abunda en su vida, es lo que distingue al catolicismo nato de un catolicismo light, Jesús quiere enseñar a cargar sin que la carga pese, a llevar un yugo sin que la libertad sea cortada, el corazón del hombre cierra las potencialidades de Dios, por eso Jesús busca despertar lo que duerme y lo que se encuentra agobiado. Algo que impacta es lo que afirma Jesús: “Carguen con mi yugo”, el Señorío de Jesús es el más fácil de llevar de cumplir que el de un gobierno flexible y permisivo, porque el hombre al ser flexible y permisivo se degrada, su normatividad de Jesús se manifiesta en el amor que existe en el reino de su Padre.

Desechamos la idea duna muerte en cristo Jesús, más bien que nuestros esfuerzos, cansancios, esfuerzos, tienen una fortaleza, un alivio, un descanso corporal y espiritualmente, pero en el camino de Jesús el alma al final puede encontrar el descanso natural por haber creído.

Conclusiones:

La alabanza de Jesús de dar a los sencillos su conocimiento nos tiene que llenar de una bendita alegría, invitando a ser cada vez menos complicados y muy sencillos, llegando poco a poco a la humildad, sí Dios ha elegido a estos hombres, pues la meta es ser un pequeño.

Todos sin excepción, estamos llamados al reino de Dios, aprender por parte de Jesús a lograrlo es el gran misterio. La vida está llena de vicisitudes que son como loza, pero en él, el cuerpo, la mente, la siente más ligera, su Señorío es más ligero que cualquier gobierno, gozando del mismo Señorío de Jesús, ¿qué animal por gusto lame el yugo?, esa es la gracia en Jesús se acepta con una libertad, voluntad única.

Es importante dejarse llenar del Espíritu santo para que su conocimiento infuso sea el que nos embriague como el mejor vino, la vida infusa es un anhelo del alma a llenarse todo de él, siempre me imagino hombres y mujeres conducidas por el Espíritu santo, todo cambiaría radical, entonces, tal vez los dones brotarían como espigas dando vida nueva a una cultura de la muerte por la cultura de la vida.

Estamos invitados a adherirnos a Jesús para aprender de él. Quizá sea resultado de esta magnífica doctrina que nos enseña a buscar a Jesús, a aceptarlo y desear la vida en el Espíritu santo.