“ALABA AL SEÑOR, ALMA MÍA”.
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¡Alaba al Señor, alma mía!
Mientras viva yo quiero alabar al Señor,
quiero salmodiar para el Señor mientras exista.
Dichoso aquel que al Dios de Jacob tiene de ayuda
y pone su esperanza en el Señor, su Dios,
en el que hizo los cielos y la tierra,
el mar y todo cuanto ellos encierran.
El su lealtad conserva siempre,
y su justicia da a los oprimidos,
proporciona su pan a los hambrientos.
El Señor deja libres a los presos.
el Señor da la vista a los ciegos,
el Señor endereza a los encorvados,
el Señor ama a los justos;”
da el Señor protección al forastero,
y reanima al huérfano y a la viuda.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal católico: Asamblea Eucarística. México.