“JESUCRISTO NO FUE PRIMERO “SÍ” Y LUEGO “NO”. TODO ÉL ES UN “SÍ”.
Dios sabe que nuestro modo de proceder con ustedes no es sí y no,
al igual que el Hijo de Dios, Cristo Jesús, al que tanto yo como Silvano y Timoteo predicamos, no fue sí y no; en él no hubo más que un sí.
En él todas las promesas de Dios han llegado a ser un sí, y por eso precisamente decimos “Amén” en su nombre cuando damos gracias a Dios.
Y Dios es el que nos da fuerza, a nosotros y a ustedes, para Cristo; él nos ha ungido”
y nos ha marcado con su propio sello al depositar en nosotros los primeros dones del Espíritu, en nuestro corazón, como garantía de que lo vamos a recibir.
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.