Pero sé que me ves y conoce hasta los más profundos afectos y pensamientos.
Y sé que, me amas.
Por eso vengo a Ti y quiero que tu ministro del perdón,
El Sacerdote,
Me absuelva en tu nombre y con tu poder.
Soy tu hijo pródigo:
Ilumina mi conciencia para recordar mis pecados y arrojarlos de mí,
Como harapos de mi ingratitud a Ti
Virgen Santísima,
Madre de Dios y Madre mía,
Refugio de los pecadores arrepentidos:
Ayúdame a recordar mis pecados y auxíliame para hacer un acto de verdadero arrepentimiento, que incluya un propósito sincero de alejarme de las ocasiones de pecado,