“Pío X, por la grandeza de sus actos, es uno de los Papas más gloriosos den la historia de la Iglesia.”
J. Grellier, obispo de Laval, 2 de junio de 1923.
De león XIII a Pío X
El programa que Pío X, había realizado con firme energía como obispo, en los reducidos límites de dos diócesis, había de extenderlo a la Iglesia universal con iniciativas y reformas que por sí solas bastarían para señalar la impronta vigorosa de un pontificado.
León XIII, en su pontificado, tan largo como esplendido, también pensó en reformas, pero debido a las condiciones de los tiempos, hubo de trabajar más en el campo intelectual que en el de la vida practica.
Se encontró ante una sociedad desorganizada, porque estaba corrompida en los principios. El liberalismo y las sectas habían atacado furiosamente, como antaño los filósofos franceses, al ideal cristiano. Por esto, el gran Papa prefirió reinstaurar con todo honor la doctrina de Cristo, señalando su necesidad e influencia para todas las clases de la sociedad, restaurando la ciencia con el estudio del pensamiento del genio de Aquino; la política, recordando a monarcas y a súbditos los orígenes y deberes de la autoridad; la familia llamándola a la santidad del matrimonio; las condiciones religiosas y económicas de las clases trabajadoras, afirmando el valor social del Evangelio; no dejando –para no callar en nada- de ensalzar el prestigio de la verdad que no teme las indagaciones desapasionadas, abriendo a los estudiosos los archivos vaticanos; mientras procuraba para el vaticano honores soberanos con relaciones amistosas con los estados más modernos.
Este arduo trabajo produjo, en efecto, inmensos beneficios en la vida práctica. Pero, así como es más fácil, en el breve tiempo de una hora, derribar que hacer y reconstruir, mucho quedaba todavía por lograr cuando león XIII, bajaba a la paz del sepulcro.
Pío X, llegaba en el momento preciso, no solo para conservar lo que León XIII ya había reconstruido, sino para restaurar a su vez todas las cosas en Cristo con nuevas iniciativas y reformas exigidas por las necesidades de la época.