Salmo 31 (32), 1-2.5-7. Viernes 10 de Febrero de 2017.
“PERDONA, SEÑOR, NUESTROS PECADOS”.
Dichoso el que es absuelto de pecado
y cuya culpa le ha sido borrada.
Dichoso el hombre aquel
a quien Dios no le nota culpa alguna
y en cuyo espíritu no se halla engaño.
Te confesé mi pecado,
no te escondí mi culpa.
Yo dije:” Ante el Señor confesaré mi falta”.
Y tú, tu perdonaste mi pecado,
condonaste mi deuda.
Por eso el varón santo te suplica
en la hora de la angustia.
Aunque las grandes aguas se desbordasen,
no lo podrán alcanzar.
Tú eres un refugio para mí,
me guardas en la prueba,
y me envuelves con tu salvación.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.