“PREPÁRATE PARA LA PRUEBA”.
Hijo mío: Si te has decidido a servir al Señor, prepárate para la prueba.
Conserva recto tu corazón y sé decidido, no te pongas nervioso cuando vengan las dificultades.
Apégate al Señor, no te apartes de él; si actúas así, arribarás a buen puerto al final de tus días.
Acepta todo lo que te pase y sé paciente cuando te halles botado en el suelo.
Porque así como el oro se purifica en el fuego, así también los que agradan a Dios pasan por el crisol de la humillación.
Confía en él y te cuidará; sigue el camino recto y espera en él.
Ustedes que temen al Señor, esperen su misericordia, no se aparten de él, pues podrían caer.
Ustedes que temen al Señor, confíen en él: no perderán su recompensa.
Ustedes que temen al Señor, esperen recibir todo lo que vale la pena: esperen misericordia y alegría eternas.
Recuerden lo que les pasó a sus antepasados: ¿quién confió en el Señor y se arrepintió de haberlo hecho? ¿Quién perseveró en su temor y fue abandonado? ¿Quién lo llamó y no fue escuchado?
Pues el Señor es ternura y misericordia; perdona nuestros pecados y nos salva en los momentos de angustia.
¡Ay de los flojos que dejan caer sus brazos, ay del pecador que se niega a elegir!
¡Ay de los flojos que no tienen confianza!; por eso, no serán protegidos.
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.