“EL SEÑOR HIZO A LOS HOMBRES CONFORME A SU PROPIA IMAGEN”.
El Señor sacó al hombre de la tierra, y allá lo hace volver.
Para cada uno determinó el tiempo de su venida y el número de sus días; les dio poder sobre las cosas de la tierra.
Los revistió de fuerza semejante a la suya, haciéndolos a su imagen.
Hizo que todo ser animado los temiera, y que fueran amos de las fieras salvajes y de las aves.
Les dio para que percibieran la realidad una conciencia, una lengua y ojos, oídos y entendimiento.
Los llenó de saber y de inteligencia, y les enseñó el bien y el mal.
Puso en ellos su ojo interior, haciéndolos así descubrir las grandes cosas que había hecho,
para que alabaran su Nombre Santísimo y proclamaran la grandeza de sus obras.
Les reveló además un saber, y los dotó de una Ley de vida.
Concluyó con ellos una alianza eterna y les enseñó sus decretos.
Sus ojos contemplaron su gloria majestuosa, sus oídos oyeron su voz poderosa.
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.