Al despertar… “Ofrecimiento de las obras”
Dígnate, Señor, Dios del cielo y de la tierra, dirigir, santificar, conducir y gobernar en este día nuestros corazones y nuestros cuerpos, nuestros sentidos, palabras y acciones según tu santa Voluntad, por el camino de tus preceptos, para que aquí y en la eternidad, por vuestro favor, merezcamos ser salvos y libres ¡Oh Salvador del mundo! Que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén
¡Oh Jesús! para Ti vivo
¡Oh Jesús! para Ti muero
¡Oh Jesús! tuyo soy en la vida y en la muerte (3)