Del libro de los Jueces 13,2-7.24-25. Lunes 19 de Diciembre de 2016.
“EL NACIMIENTO DE SANSÓN ES ANUNCIADO POR UN ÁNGEL”.
En aquellos días, había un hombre de Sorea, de la tribu de Dan, que se llamaba Manoa. Su mujer era estéril y no había tenido hijos.
El ángel de Yavé se apareció a la mujer y le dijo: “Hasta ahora has sido estéril y no has tenido hijos, pero vas a concebir y darás a luz un hijo.
Ahora fíjate bien en no beber vino ni bebida alcohólica y en no comer nada impuro debido a ese hijo que vas a concebir y dar a luz.
Porque desde el vientre de su madre el muchacho estará consagrado a Dios: no pasará por su cabeza la navaja, pues él será quien comenzará a librar a Israel de manos de los filisteos”.
Al volver a su casa, la mujer conversó con su marido y le dijo: “Un hombre de Dios vino a verme. Era tan majestuoso como un ángel de Dios, pero no le pregunté de dónde venía y no me dijo su nombre.
Pero me dijo esto: Vas a concebir y dar a luz un hijo. Por eso, desde ahora no bebas vino ni bebida alcohólica y no comas nada impuro, porque el niño estará consagrado a Dios desde el vientre de su madre y hasta el día de su muerte”.
Así fue como la mujer dio a luz un hijo al que puso por nombre Sansón. El niño creció y Yavé lo bendijo;”
el espíritu de Yavé comenzó a apoderarse de él.
El ángel de Yavé se apareció a la mujer y le dijo: “Hasta ahora has sido estéril y no has tenido hijos, pero vas a concebir y darás a luz un hijo.
Ahora fíjate bien en no beber vino ni bebida alcohólica y en no comer nada impuro debido a ese hijo que vas a concebir y dar a luz.
Porque desde el vientre de su madre el muchacho estará consagrado a Dios: no pasará por su cabeza la navaja, pues él será quien comenzará a librar a Israel de manos de los filisteos”.
Al volver a su casa, la mujer conversó con su marido y le dijo: “Un hombre de Dios vino a verme. Era tan majestuoso como un ángel de Dios, pero no le pregunté de dónde venía y no me dijo su nombre.
Pero me dijo esto: Vas a concebir y dar a luz un hijo. Por eso, desde ahora no bebas vino ni bebida alcohólica y no comas nada impuro, porque el niño estará consagrado a Dios desde el vientre de su madre y hasta el día de su muerte”.
Así fue como la mujer dio a luz un hijo al que puso por nombre Sansón. El niño creció y Yavé lo bendijo;”
el espíritu de Yavé comenzó a apoderarse de él.
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.
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