CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS.
“ESPERO VER LA BONDAD DEL SEÑOR”.
El Señor es mi luz y mi salvación:
¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida:
¿de quién me asustaré?
Una cosa pido al Señor, es lo que busco:
habitar en la casa del Señor
todos los días de mi vida;
admirando la belleza del Señor,
y contemplando su templo.
Escucha, Señor, mi voz que te llama,
ten piedad de mí, respóndeme.
Busquen mi rostro.
Mi corazón dice:
Tu rostro buscaré, Señor:
no me ocultes tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me deseches, no me abandones,
Dios de mi salvación.
Yo, en cambio, espero contemplar
la bondad del Señor en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
¡ten ánimo, espera en el Señor!
Así como Jesús murió y resucitó, de igual manera debemos creer que a los que mueren en Jesús, Dios los llevará con él. Y así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos volverán a la vida.- Escucha, Señor, benignamente nuestras súplicas, y concédenos que al proclamar nuestra fe en la resurrección de tu Hijo de entre los muertos, se afiance también nuestra esperanza en la resurrección de tus hijos difuntos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios, y contigo vive y reina en la Unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos, amén.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.