Evangelio San Mateo 25,31-46. Miércoles 2 de Noviembre de 2016.
CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS.
“VENGAN BENDITOS DE MI PADRE”.
Cuando el Hijo del Hombre llegue con majestad, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria
y todas las naciones serán reunidas en su presencia. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Colocará a las ovejas a su derecha y a las cabras a su izquierda.
Entonces el rey dirá a los de la derecha: Vengan, benditos de mi Padre, a recibir el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, era emigrante y me recibieron,
estaba desnudo y me vistieron, estaba enfermo y me visitaron, estaba encarcelado y me vinieron a ver.
Los justos le responderán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, sediento y te dimos de beber,
emigrante y te recibimos, desnudo y te vestimos?
¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y fuimos a visitarte?
El rey les contestará: Les aseguro que lo que hayan hecho a uno solo de éstos, mis hermanos menores, me lo hicieron a mí.
Después dirá a los de su izquierda: Apártense de mí, malditos, vayan al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles.
Porque tuve hambre y no me dieron de comer, tuve sed y no me dieron de beber,
era emigrante y no me recibieron, estaba desnudo y no me vistieron, estaba enfermo y encarcelado y no me visitaron.
Ellos replicarán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, emigrante o desnudo, enfermo o encarcelado y no te socorrimos?
Él responderá: Les aseguro que lo que no hicieron a uno de estos más pequeños no me lo hicieron a mí.
Éstos irán al castigo perpetuo y los justos a la vida eterna.
PALABRA DEL SEÑOR.- GLORIA A TÍ, SEÑOR, JESÚS.
Dales, Señor, el descanso eterno y brille para ellos la luz perpetua. – Señor Dios, gloria de los fieles y vida de los justos, que nos has redimido por la muerte y resurrección de tu Hijo, acoge con bondad a tus fieles difuntos, que creyeron en el misterio de nuestra resurrección, y concédeles alcanzar los gozos de la Eterna Bienaventuranza, por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que es Dios, que contigo vive y reina en la Unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos, amén
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.