“EL TIEMPO DE LA COSECHA HA LLEGADO YA; LA MIES DE LA TIERRA ESTÁ MADURA”.
Yo Juan, tuve la visión. Apareció una nube blanca y, sentado sobre la nube, uno como Hijo de Hombre, que llevaba una corona de oro en la cabeza y una hoz afilada en la mano.
Salió del santuario otro ángel clamando con potente voz al que estaba sentado en la nube: “Mete tu hoz y cosecha, porque ha llegado el tiempo de cosechar y la cosecha de la tierra está en su punto.
Y el que estaba sentado en la nube lanzó su hoz a la tierra, y la tierra fue segada.
Entonces un ángel, que también llevaba una hoz afilada, salió del santuario celeste.
Otro ángel, el que está encargado del fuego, salió del altar y gritó al que llevaba la hoz afilada: “Mete tu hoz afilada y cosecha los racimos de la viña de la tierra, porque ya están bien maduros.
Entonces el ángel metió la hoz e hizo la vendimia, echando todos los racimos de uva en el gran lagar de la cólera de Dios.
Las uvas fueron exprimidas fuera de la ciudad, y del lagar brotó tanta sangre que llegó hasta la altura de los frenos de los caballos, en una extensión de mil seiscientos estadios.
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.