Para ser amigo de Dios con “San Francisco de Sales”
Meditación “Elección del Paraíso”
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Preparación:
Ponte en la Presencia de Dios
Humíllate delante de Él, rogando que te inspire
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Consideraciones:
Imagina que estas en una llanura solitaria, con tu buen ángel (como lo estaba el joven Tobias yendo a Rangés) y que te hace ver:
Arriba, el paraíso, abierto, con los goces representados en la meditación que hiciste del paraíso.
Y después, por la parte inferior, que te hace ver el infierno, abierto, con todos los tormentos descritos en la meditación del infierno.
Imagina todo esto, puesta de rodillos delante de tu buen ángel.
Considera cuán real es que estás en m,edio del paraíso y del infierno, y que uno y otro están abiertos para recibirte, según la elección que hagas.
Considera que la elección que se hace de uno u otro, en este mundo, durará eternamente en el otro.
Y aunque uno y otro estén abiertos para recibirte, según tu elijas, Dios está dispuesto a darte, el uno, por su justicia o el otro, por su misericordia.
Desea, pues, entrañablemente, que aciertes a escoger el paraíso, y que tu buen ángel te ayude con todas sus fuerzas, ofreciéndote de parte de Dios, mil gracias y mil socorros para animarte a tal subida.
Desde lo más alto del cielo, Jesucristo te está mirando con su acostumbrada mansedumbre, y te está considerando amorosamente:
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Ven, ¡amada alma mía! Al reposo eterno entre los brazos de mi bondad, que te ha preparado inmortales regalos en la abundancia de su amor.
Mira con los ojos interiores a la Santa Virgen, que maternalmente te está convidando:
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Aliéntate, hija mía, no quieras despreciar los deseos de mi Hijo, ni los numerosos suspiros que doy por ti, inspirando juntamente con Él, tu eterna salud.
Mira los santos que te exhortan, y aun millón de almas santas que amigablemente te convidan, deseando ver algún día, tu corazón junto al suyo para alabar a Dios para siempre. También te aseguran que el camino del cielo no es tan trabajoso como el mundo supone; por el contrario, dicen:
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Amiga muy amada, quien considera bien el camino de la Devoción, por el que nosotras hemos subido a tanta felicidad, verá que hemos venido a estos regalos, mediante otros regalos, sin comparación, más suaves que los que el mundo vende por más preciosos.
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afectos y compromisos – Elección