Para ser amigo de Dios con “San Francisco de Sales” Meditación “Del  Paraíso”

Para ser amigo de Dios con “San Francisco de Sales” Meditación “Del Paraíso”

Para ser amigo de Dios con “San Francisco de Sales”

Meditación “Del  Paraíso”

paraiso

  1. Preparación:

Ponte en la presencia de Dios

Haz la invocación

  1. Consideraciones:

Piensa en una noche hermosa y serena, y cuán agradable es ver el cielo con tanta multitud y variedad de estrellas.

Junta ahora esta hermosura con la de un hermoso día, de suerte que la claridad del sol no te impida la vista de las estrellas ni de la luna, y después di:

Seguramente, toda esta hermosura junta, es nada en comparación de la excelencia del gran paraíso.

¡Cuán amigable y digno de deseo es este dichoso lugar, y cuán preciosa esta hermosa ciudad!

 

Considera:

  • La nobleza, la hermosura y la multitud de los ciudadanos y habitantes d esta dichosa ciudad.

  • 2) los millones y millones de ángeles, de querubines y serafines.

  • La compañía de apóstoles, de mártires, confesores, vírgenes y santas; la multitud es innumerable.

 

¡Cuán bienaventurada es esta dichosa compañía! El menor de todos es, a la vista, más hermoso que todo este mundo invisible ¡Que gusto será verlos a todos!

 

¡Oh Dios mío, y que dichosos son. Siempre cantan el dulce canto del amor eterno. Siempre gozan de una constante alegría. Unos a otros se proporcionan mil contentos indecibles, y viven  en el consuelo de una dichosa e indisoluble sociedad.

 

Considera, en fin, el bien que tienen todos de gozar de Dios, que los gratifica para siempre con su amigable mirada, por la cual derrama en sus corazones un abismo de regalos. ¡Qué bien tan grande es estar para siempre, unido a su principio!

 

Están allí como dichosos pájaros que vuelan y cantan para siempre en el aire de la divinidad, que les rodea por todas partes con increíbles placeres.

 

Allí, cada  uno con esmero, celo y sin trabajo, canta las alabanzas del Creador:

  • Bendito seas para siempre, ¡oh soberano y dulce Creador nuestro! Que eres tan bueno con nosotros, comunicándonos tan liberalmente tu gloria.

Y recíprocamente, Dios, bendice con una bendición perpetua a todos sus santos:

  • Benditas sean para siempre –dice el Señor- mis amadas criaturas, que me habéis servido, y que me alabareis eternamente con eterno amor y con eterno contento.

Afectos y compromisos:

Engrandece y alaba a esta patria celeste.

  • ¡Oh cuán hermosa eres, mi amada Jerusalén, y cuán felices son tus habitantes!

Reprocha a tu corazón el poco ánimo que ha tenido hasta ahora, al haberse apartado del camino que conduce a esta gloriosa morada.

  • ¿Por qué me he apartado tanto de mi soberano bien? ¡Ah miserable de mí, que por estos eternos e infinitos regalos!

  • ¿Qué entendimiento tuve cuando menospreciaba bienes tan dignos de desear, por deseos tan vanos, caducos y perecederos?

Después de esto, aspira con un vehemente ardor a ese día tan regalado.

  • Puesto que te has complacido, mi soberano y buen Señor en enderezar mis pasos, en tu santo camino, jamás volveré atrás.

  • Vamos, pues, ¡alma mía! Vamos a este eterno descanso; caminaremos a esta bendita tierra que nos está prometida ¡Qué es lo que hacemos en este miserable Egipto?

  • Yo me desembazaré, pues, de las cosas que me divierten o apartan de este camino:___________________________

  • Haré tales y tales cosas: ______________________________que puedan guiarme a Él.

  • Da gracias, ofrece, ruega.

Acerca del autor

Temas relacionados

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.