Misa “De Nuestro Señor Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote”.
Querido Hermano: Acuérdate de Cristo Jesús, descendiente de David y resucitado de entre los muertos, según mi evangelio.
Por él sufro hasta llevar cadenas como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada.
Por eso lo soporto todo por el bien de los elegidos, para que también ellos alcancen la salvación que se nos dio en Cristo Jesús y participen de la gloria eterna.
Una cosa es cierta:
si hemos muerto con él, también viviremos con él.
Si sufrimos pacientemente con él, también reinaremos con él.
Si lo negamos, también él nos negará.
Si somos infieles, él permanece fiel,
pues no puede desmentirse a sí mismo.
Recuerda a tu gente estas cosas y diles insistentemente en nombre de Dios que dejen las discusiones de palabras, que no son de ningún provecho y desconciertan a quienes las escuchan.
Trata de que Dios pueda contar contigo; sé como obrero irreprensible, experto en el manejo de la palabra de la verdad.
PALABRA DE DIOS- TE ALABAMOS, SEÑOR.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.