Billete Celador –Un Mensaje para Ti Guardia de Honor- Quien dice la gente que soy…    Parroquia de San Pío X

Billete Celador –Un Mensaje para Ti Guardia de Honor- Quien dice la gente que soy… Parroquia de San Pío X

Billete Celador –Un Mensaje para Ti Guardia de Honor-

Quien dice la gente que soy…

                 Parroquia de San Pío X     

tuyo-es-el-Reino 

Estando una vez orando a solas, en compañía de los discípulos, les pregunto: “¿Quién dice la gente que soy yo?” ellos respondieron: “Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que un profeta de los antiguos ha resucitado.” Les dijo: “Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo?”  Pedro le contesto: “El Cristo de Dios.” Pero les mando enérgicamente que no dijeran esto a nadie.

 

Dijo: “El Hijo del hombre debe sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día.”

 

Decía a todos: “Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a sí mismo, tome su cruz  de cada día, y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ese la salvara.

Lucas 9, 18-24

 

 Jesucristo, les anuncia su destino: debía ser rechazado por las autoridades porque ese es el destino de los que proclaman la verdad. Debía ir libremente a la muerte, porque al darse a sí mismo es el único medio para salvar al mundo. Ya decía Simeón con aquella  profecía destinada a  María, su Madre, en la que  anuncia dos características de la salvación que Dios aporta al mundo por medio de Jesús: el salvador que Dios da a los hombres será objeto de contradicción como lo fueron los grandes profetas  y de rechazo por un gran número. Su venida ira a la par de un aparente fracaso; porque siendo Cristo el Hijo de Dios,  compartió nuestra condición humillada y doliente. Para quienes creemos en Jesucristo la Cruz, es símbolo de victoria, redención… símbolo de un amor inmenso.

¿Quién dice la gente que soy yo? Y ustedes, ¿Qué les contestaban de mi cuando estaban entre ellos? ¿Quién le decían que soy yo? Pedro se adelanta seguro de no equivocarse, presenta al Maestro como el Mesías, el Enviado de Dios, el Ungido. Esta fe es autentica, pero es todavía imperfecta, pues el titulo de Mesías pudiera todavía ser entendido como una realeza temporal.  ¡Tu eres para nosotros el Dios vivo por quien vivimos, Dios único Creador de todas las cosas y creaturas, el Dios verdadero a quien le pertenece todo cuanto existe, el Rey del universo que rige y dirige a su pueblo, a Ti servimos y  pertenecemos, tu eres nuestro Salvador, a Ti, debemos nuestra redención y nuestra propia vida. Eres el Hijo de Dios, merecedor de toda la gloria!

 

En esta época el sacerdote es el ungido por Dios. La Iglesia es un pueblo y reino sacerdotal. Jesucristo sacerdote significa responsable de los problemas de los hombres ante el Padre, hasta el punto de dar su vida en sacrificio. Así como Cristo nos ha comunicado el poder de hijos de Dios, también comunica ser sacerdotes con él. Los cristianos participamos del sacerdocio de Cristo, aunque según diversas participaciones recibidas  por el bautismo, confirmación, orden. Toda la Iglesia, sin ser del mundo, está en el mundo para hacer  que toda la creación y toda la historia y todo el mundo este restaurado en Cristo. La Iglesia se hace presente, el sacrificio  sacerdotal de Cristo, en la Santa Misa para que todo cristiano se haga responsable con Cristo de los problemas de los hombres ante el Padre. Pero no hay responsabilidad real sino hay las disposiciones de Cristo sacerdote: arriesgarlo todo por todos. La iglesia nace del Corazón Traspasado de Cristo, todo su Amor se vuelca hacia su Iglesia, le ha costado su Sangre, con ella a lavado nuestras miserias para hacernos su Iglesia, y comunicarnos la plenitud de ser hijos amados del Padre, llamados a vivir el mandamiento del amor, en cada lugar de la vida social donde nos desarrollemos. No se puede amar sin comprometerse como lo hizo Cristo por todos. El actuar de Cristo manifestaba su divinidad ¿nuestras obras quien dice que somos?

Mamita María, tú te abandonabas a la Voluntad divina por cumplir su Palabra, enséñanos, Madre, a saborear y a comprender cada signo, cada letra pronunciada por Dios para que el pueda reinar con todo su esplendor en nuestro corazón.

Para que los ancianos, los marginados y las personas que viven en soledad tengan, incluso en las grandes ciudades, oportunidades de encuentro y solidaridad. Para que los seminaristas, los novicios y las novicias, tengan formadores que vivan la alegría del Evangelio, y les preparen con sabiduría para su misión.

 

Por todos los sacerdotes para que en su corazón reine el Amor.

 

Para que todos los sacerdotes  a ejemplo del buen Pastor, lleven al rebaño que Jesucristo ha puesto en sus manos a beber del Manantial de la vida. 

 

Por todos los sacerdotes en especial por nuestro Papa Francisco, Arzobispo Alfonso Cortés, Obispo Juan Pallares, P. Juan Rodríguez Alba, Eduardo Contreras, P. Juan Manuel Fernández, P. Silverio Chávez, P. Hugo Landeros, P. Antonio Borja, P. Andrés García, P. Mario García  para que nuestro Señor los sostenga en los momentos difíciles y se mantengan fieles hasta el último momento y que su fe brote a través de sus palabras y obras nos inviten a creer.

Por lo sacerdotes cansados y agobiados por el exceso de trabajo para que los fortalezca y encienda en ellos el fuego de su Amor y para que sus vidas giren en torno a la Eucaristía, fuente de todo bien.

   Oremos por todas las necesidades de nuestra Iglesia en especial por: santo Papa Francisco, Papa Emérito Benedicto XVI, Arz. Alfonso Cortes Contreras, Arz. Emérito José Guadalupe Martin Rabago, Obispo Juan Pallares, por todos los Obispos y sacerdotes del mundo en especial por: P: Eduardo Contreras, P. Juan Rodríguez Alba, P. Mario García, P. Juan Manuel Fernández, P. Silverio Chávez Ayala, P. Rafael, P. Martin Tafolla, P. Jorge Claudio, P. Hugo Landeros, P. Arturo Pérez Márquez, P. Antonio Borja,  P. Arturo Espinoza Rico, P. Jorge Avalos, P. Chuy Salazar, P. Carlos Muñoz F., P. Chuy Reyes, P. José López, P. Valentín Garibay, P. Joel Padrón González, P. Juan María Huerta Muro, P. Roberto Velázquez, P. Cástulo Zavala, P. Eduardo Córdova, Párroco Tomas M. Zielinski, P. Juan Desiderio Espinoza, P. Miguel Domínguez, P. Leo Patlán, P. Emmanuel Ayala, Arz. Ulises  por todos los seminaristas, por todas las órdenes religiosas, vocaciones sacerdotales, Misioneros, Diáconos, todas las autoridades eclesiales, Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión, todos los Ministerios en especial Catequesis infantil, Familia, Comunidades, Epso Caritas, Evangelización, Liturgia, Música, Ministerio de Jóvenes, Pastoral de la Salud, Visitan la Cárcel, Niños de María y todos los Servidores de la Iglesia.

 

Celadores del Santísimo Sacramento y Guardias de Honor del Sagrado Corazón de Jesús.

 

Por todas las necesidades de todos los papas del mundo en especial por todos aquellos que son ejemplo de donación, de sacrifico  para llevar toda su familia el alimento diario.

 

Por todos los enfermos del mundo en especial por los sacerdotes.

 

Por todos los países que viven en crisis social, económica, guerra…

 

Por la paz en todo el mundo

 

Por todas las familias y sus necesidades.

 

Por todos nuestros fieles difuntos en especial por: todos los papas difuntos en especial: José de la luz Martínez Gómez, José Guadalupe Martínez Manrique, Timoteo Martínez, Clemente Martínez, Alfredo Gallardo, sacerdotes difuntos y  todas las almas del Purgatorio.

¡¡¡Unidos en la Eucaristía!!!

 

 

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