EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS.- SOLEMNIDAD.
“JESUCRISTO, PASTOR Y CORDERO SALVADOR”
Hermanos: Dios ha infundido su Amor en nuestros corazones,pues ya se nos ha dado el Espíritu Santo, y por él el amor de Dios se va derramando en nuestros corazones.
Fíjense cómo Cristo murió por los pecadores, cuando llegó el momento, en un tiempo en que no servíamos para nada.
Difícilmente aceptaríamos morir por una persona buena; tratándose de una persona muy buena, tal vez alguien se atrevería a sacrificar su vida.
Pero Dios dejó constancia del amor que nos tiene: Cristo murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores.
Con mucha más razón ahora nos salvará del castigo si, por su sangre, hemos sido hechos justos y santos.
Cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con él por la muerte de su Hijo; con mucha más razón ahora su vida será nuestra plenitud.
No sólo eso: nos sentiremos seguros de Dios gracias a Cristo Jesús, nuestro Señor, por medio del cual hemos obtenido la reconciliación.
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.
Señor Dios, que en tu misericordia te dignas enriquecernos con los infinitos tesoros del amor del Corazón de tu hijo, traspasado por nuestros pecados, concédenos que al presentarte el fervoroso homenaje de nuestra devoción, cumplamos también con el deber de una digna reparación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios y contigo vive y Reina en la Unidad del Espíritu Santo. Amén.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.